87
los profesores son señalados como expertos en mediciones,
capaces de hacer sus propias pruebas siguiendo los
principios científicos de medición
33
. En este sentido, es
posible señalar que la evaluación estandarizada representa
un método objetivo de evaluación, en la medida que
permite saber con exactitud cuáles son los conocimientos
de los estudiantes en distintas áreas e, incluso, mucho
más específico en relación a determinados objetivos del
currículum, es decir, metas preestablecidas.
  En vista de lo anterior, las evaluaciones basadas en
estándares permiten realizar ampliasmediciones, en distintos
contextos y situaciones, ya que su objetivo es develar los
conocimientos que posee el alumnado en relación a un
contenido en particular. De modo que se privilegia, más que
los procesos, el resultado de la enseñanza y del aprendizaje
desarrollado en la relación profesor-estudiante.
  Por otro lado, las evaluaciones auténticas persiguen
que el estudiante se transforme en un agente activo de su
propio aprendizaje, contando la orientación del docente.
Esto estimula una iniciativa en el sujeto en aprendizaje, en
tanto que se le presenta una serie de desafíos que deben ser
resueltos mediante la aplicación de los aprendizajes y de un
proceso de reflexión individual, grupal y bajo la orientación
del profesor. Esta posibilidad de ‘adueñarse’ del proceso de
aprendizaje permite que se generen cambios en el pensar
de los sujetos, promoviendo aprendizajes significativos.
Sin duda, lo más importante de estas evaluaciones es el
carácter dialógico, lo que quita de raíz cualquier rastro de
estándar como meta a lograr; los procesos de enseñanza y
de aprendizaje se traducen en actos comunicativos activos,
pudiendo los estudiantes mediar en el desarrollo de éstos
y participar en la búsqueda de acuerdos en relación a la
evaluación.
33.Véase Shepard, L. (2006), “La evaluación en el aula”, en Breannan, R.
(2006), Educational measurement, Preager Westport, México D.F.
  En este sentido, la evaluación correspondería a un
proceso que permite la emisión de un juicio en relación a los
atributos de algo o alguien. Este planteamiento incorpora
una concepción nueva: el desarrollo de un proceso
fundamentado en una postura valórica consensuada
entre el docente y el alumno, focalizando la determinación
de progresos y logros en los estudiantes. Para esto, es
necesario que se generen acciones participativas que
permitan obtener la información requerida, la que debe
ser tratada, analizada correctamente y contrastada con un
referente o patrón establecido para expresar el juicio que
corresponda, de manera que sea posible continuar de mejor
forma con el proceso de aprendizaje.
  Sin duda, no se pretende que desaparezca la
evaluación estandarizada, ya que por medio de ella se
realizan mediciones que permiten la rendición de cuentas
y comparaciones a nivel nacional e internacional. Sin
embargo, al interior del aula debe desarrollarse una
evaluación auténtica y no una evaluación estandarizada,
puesto que allí es donde el alumno debe dejar de ser y
transformarse en un estudiante, un sujeto reflexivo y activo
de su proceso de cambio cognitivo, el aprendizaje. En este
sentido, la evaluación también se considera como un “factor
dinamizador del cambio, como elemento de construcción de
sujetos dueños de su quehacer con el poder para orientar
la vida cotidiana en su institución, de acuerdo con las
necesidades e interés de su medio particular”
34
.
  No obstante, independiente de todas las críticas que
se puedan hacer a los procesos evaluativos, éstos son
siempre necesarios en la medida que “evaluar es juzgar
y no se puede juzgar lo que no se conoce. Tampoco se
puede juzgar lo que se conoce si no se contrasta con algún
34.Carrillo en Moreno-Olivos, T. (2010), Op. Cit., p. 26.
1...,77,78,79,80,81,82,83,84,85,86 88,89,90,91,92,93,94,95,96,97,...268