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más complejo que las antes reseñadas, para que además
de soportar la industrialización, satisficieran la creciente
demanda por incorporarse a la educación técnica. En este
sentido, según el diputado Prudencio Garrido Salazar, hacia
el año 1934 “las escuelas profesionales [se encontraban]
llenas de alumnos y la EAO ha debido duplicar su
capacidad de alumnos”
10
. Precisamente el mismo diputado
presentó un proyecto destinado a fundar un Instituto de
Perfeccionamiento de los Trabajadores de Chile
11
, el que
fue cotejado con los ministros de Instrucción (educación)
y Trabajo, constituyendo un ejemplo de esta complejización
en ciernes.
  En su argumentación, el parlamentario sostuvo que
a la sazón, el sistema de educación técnica se hacía
insuficiente, puesto que se había comprobado en los
hechos el problema de la industria nacional, que a pesar
de ser incipiente todavía, necesitaba de un “mayor número
de técnicos hábiles y capaces para desarrollarse”
12
, pues a
juicio del político:
“Los obreros con que actualmente cuenta, si bien es
cierto, inteligentes y esforzados, carecen de la técnica
o teoría de las profesiones; sus conocimientos han
sido adquiridos en el taller, junto a la fragua, frente al
yunque, pero no en la escuela, que es la única que da
conocimientos técnicos […]. De aquí la necesidad de que
nuestros asalariados en general cuenten con medios de
perfeccionar sus conocimientos profesionales y logren
mediante una educación adecuada los que deben aplicar
en su desempeño profesional. Las escuelas dominicales
y nocturnas que actualmente existen satisfacen en parte
esa función”
13
.
10.Sesiones Cámara de Diputados 17 julio de 1929, p. 958.
11.Sesión Ordinaria Cámara de Diputados, 27 de agosto de 1934.
12.Sesiones Cámara de Diputados 27 julio de 1934, p. 2476.
13.Sesiones Cámara de Diputados 27 julio de 1934, p. 2476.
  En cuanto al funcionamiento, el Instituto de
Perfeccionamiento Técnico dependería del Ministerio del
Trabajo y basaría la preparación profesional de los empleados
y obreros “mediante el uso del sistema de enseñanza
por correspondencia y el empleo de todos los métodos
activos para perfeccionar la capacitación profesional de los
trabajadores”
14
. Esto entregaba un cariz innovador, acorde
con las modernizaciones de los procesos productivos.
  La necesidad de fundar una institución de educación
superior fue compartida por los estudiantes, planteándola
como una necesidad de forma paralela a las discusiones
parlamentarias, pero tomando un cariz programático una
vez fundada la FEMICH, que encabezó las demandas por
la creación de una Universidad Industrial. Un par de años
después de la creación de la FEMICH, este anhelo de fundar
una institución técnica de carácter superior fue conseguido
mediante la creación, en 1947, de la Universidad Técnica
del Estado (UTE), bajo el gobierno del radical Gabriel
González Videla.
3.3.El pensamiento nacionalista: Una educación al
servicio y a la orden de los técnicos chilenos
  Como hemos señalado, las demandas y proyectos por
la reforma de la educación técnica se incorporaron dentro
de un proyecto mayor, vinculado al desarrollo nacional.
Esto a su vez, provocó que el carácter nacionalista de su
implementación fuera enfatizado tanto por los parlamentarios
como por los estudiantes, situándolo como un elemento
central en el diseño de la propuesta.
  El énfasis de las críticas radicaba en dos aspectos: a)
la contratación de mano de obra extranjera, evaluada como
excesiva y b) el hecho de que la formación de los operarios
14.Ibíd.
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