Página 42 - La democracia cristiana y el gobierno de Allende

42
de la Oficina de Partes de la Fiscalía del Banco del Estado que tenía la
responsabilidad de anotar las órdenes del Fiscal de acelerar o paralizar juicios contra
deudores del Banco, soy testigo directo de todas las órdenes que se dieron, recién
asumido Allende, para acelerar todos los juicios existentes contra los DC. Tras la
división de julio, comenzaron a llegar las órdenes de paralizar todas las acciones
contra los deudores que habían roto con la DC e ingresado a la IC.
En los primeros meses del Gobierno de Allende se inició una persecución tan
encarnizada que incluso el Banco del Estado se querelló y logró encarcelar por un
breve lapso a la persona que había presidido ese Banco bajo el Gobierno de Frei,
Álvaro García Alamos. Recuerdo haber concurrido con Radomiro Tomic y otros
dirigentes del PDC a los alegatos ante los Tribunales que finalmente determinaron la
absoluta inocencia de esta persona. No me arrepiento de ello, porque la persecución
en su contra no tenía fundamento.
Distinta fue la situación que me obligó a forzar su salida del Partido en el año
2001, después de la dura situación que se vivió por los poco numerosos pero
inaceptables abusos que se cometieron con las denominadas indemnizaciones
millonarias. Dada su amplia trayectoria, no fue una situación fácil. En todo caso, a
raíz de su sensible fallecimiento, Sergio Molina, uno de sus grandes amigos, llegó a
decir en una columna en La Segunda, que lo habíamos perseguido sin fundamento.
Envié una carta al Director de ese medio reiterando mis condolencias a su familia
ante tan lamentable pérdida, pero ratificando las exigencias éticas que habían
fundamentado una medida tan drástica. La nota no fue publicada.