Página 33 - La democracia cristiana y el gobierno de Allende

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campaña tratamos de evitar polarizaciones excesivas y pusimos el acento en las
propuestas que teníamos.
La Baja Electoral de la DC
Perdimos, es verdad. Fue doloroso, y quizás por eso no hemos reflexionado a fondo
por qué ocurrió. Como en muchas otras cosas, nos falta dedicarnos a un ejercicio de
análisis conjunto, sin ánimo de pasar cuentas, sino de aprender de los aciertos y los
errores. Para mí, lo más rescatable es que la derrota nos permitió detener el
deterioro electoral, recuperar muchos jóvenes y conquistar conciencias de
ciudadanos que antes habían votado por la izquierda, eso no es cualquier cosa.
Recordemos que en 1965 obtuvimos un 42% de los votos. En las municipales del
67, alcanzamos un 34%, cuando algunos esperaban un 44. En las parlamentarias
del 69, antes de la división del Mapu, llegamos sólo al 29%. En la presidencial,
alcanzamos un 28%, a pesar de los ataques de los dos lados y algunos de los
nuestros que nos abandonaron. ¿Se dan cuenta? Gobernando Chile uno de los más
grandes estadistas de su historia, Eduardo Frei Montalva, desarrollando un
programa que permitió al país avanzar social, cultural, económica y políticamente,
actuando un sólo partido, perdimos 8 puntos entre el 65 y el 67, esto es, casi un
20% de nuestra votación del 65. Entre 1967 y 1969, sin división todavía, perdimos
5 puntos, esto es, un 15% de la votación del 67. Entre 1969 y 1970, perdimos un
punto, esto es, 0,5 % de los votos del 69. Entre 1965 y 1970, perdimos 14 puntos,
dicho de otra manera, más del 30% de los votos que teníamos en 1965.
¿Qué le paso a la izquierda tradicional? Sumados los votos del PC, PS, PR y otros
grupos, habían obtenido cerca del 40% en 1964 y más del 42% en 1969, sin el
Mapu. En 1970, frente a nuestra propuesta, la UP perdió votos. Más de un 6% de
los chilenos que habían confiado en ellos el 69 los abandonaron y se fueron con
nosotros. Entre tanto, un bajo porcentaje, cerca del 1%, se fue a la candidatura de
la derecha.
Perdimos el Gobierno, pero nos reencontramos con el futuro.