147
recuerdo. En este sentido, hablamos de una educación
con vocación, ética que pone el énfasis en la formación de
una actitud empática y atenta a los hechos del pasado y su
vinculación con el presente.
  El uso que se le da a la memoria en este marco,
entonces, no es en ningún caso literal, sino que apunta a
la ejemplaridad; esto pues, como señala Ricoeur y bien lo
recuerdan Magendzo y Castillo, “las víctimas de la historia
no piden venganza sino narración”
7
.
  La idea de trabajar con una pedagogía de la memoria
aplicada a niños es ir esbozando, junto a ellos, un mecanismo
reflexivo, de observación y análisis crítico que pueda empezar
a constituirse en lamedida en que ejercitan el descubrimiento
de determinados conceptos en los textos que revisaremos.
De tal modo, buscamos aportar en la formación de futuros
jóvenes y adultos que, frente a los hechos, no sólo toman
atención y reciben conclusiones expuestas, sino que,
además, reinterpretan, reelaboran, deconstruyen y recrean
sentidos y significados de la realidad
8
. La pedagogía de
la memoria apunta precisamente a saber elaborar nuevas
nociones en torno a los hechos ya presentes, que se nutran
de diversos ámbitos de la experiencia personal, colectiva
y familiar; sin sobreideologizaciones ni preconcepciones
de las diversas visiones, a fin de lograr esclarecerlas e
incorporarlas con naturalidad y en profundidad. De esta
manera, en el contexto de un taller de lectura, comprensión
y creación literaria que funcione sobre la base de conceptos
sostenidos en tales experiencias, estaríamos utilizando
la pedagogía de la memoria como una suerte de marco o
referente ético que sitúa, recupera la memoria histórica, pone
atención sobre los trasfondos de tipo valórico e ideológico
7.Toledo, M. I. y Magendzo, A. (2009),
Visita a un lugar de memoria. Guía
para el trabajo en derechos humanos
, Ediciones LOM, Santiago de Chile,
p. 21.
8.Ibíd., p. 19.
que sostienen diversos acontecimientos y dota de sentido
la pauta de respeto y promoción de los derechos de los
seres humanos. Así,
“La pedagogía de la memoria se convierte en un
vigilante en el recuerdo para el “Nunca Más” [haciendo
del] aprendizaje de la memoria y el acontecimiento ético
existencial, un acto de apertura hacia la historia de los
otros/otras en sus penas y sufrimientos. Es disponerse
a ser receptivos al devenir trascendente y real de los
otros/otras, de sus vicisitudes, de sus valores, de sus
inquietudes, de su historia cotidiana y humana. En este
acto de recepción, la Pedagogía de la Memoria se
carga de los valores de la justicia para los otros/otras,
de solidaridad con los otros/otras, de responsabilidad
con los otros/otras, de acogida con los otros/otras”
9
.
4.Fundamentos para un trabajo con poéticas de
la memoria traumática
  Habiendo, en el ensayo anterior, ya profundizado
en el contexto posdictatorial, y dado luces acerca de
las políticas públicas que dan forma a las propuestas
educacionales en materia de Derechos Humanos, creemos
necesario reconocer la labor esencial que han cumplido
los proyectos memoriales emanados desde la informalidad.
Hablamos, por nombrar nada más que algunas iniciativas
emblemáticas, de Villa Grimaldi, Londres 38, José Domingo
Cañas, entre otras, todas las cuales han sido pioneras en
el proceso de denuncia y socialización de lo ocurrido en
Chile, en el ámbito de los lugares de memoria. En este
sentido, afirmamos que, desde estos espacios, se ha
interpelado a la institucionalidad en busca de verdad,
justicia y reparación. Consideramos que, ante este llamado,
los gobiernos de turno han respondido con la creación y
9.Ibíd., p. 23.
1...,137,138,139,140,141,142,143,144,145,146 148,149,150,151,152,153,154,155,156,157,...268