23
posesivo, para decirlo en los términos de Macpherson
23
. Las
grandes corporaciones económicas contemporáneas se han
justificado, teóricamente, como la máxima expresión de este
liberalismo individualista, en el cual los sujetos compiten
entre sí para conseguir la plena consecución de sus deseos.
“La persistencia de ese aspecto del individualismo anterior
que define la industria y el comercio a partir de conceptos
de beneficio económico privado”
24
.
  Lo denomina el “individualismo anterior”, puesto que su
propia propuesta es un nuevo individualismo, de carácter
normativo, que supone una superación del economicismo.
Se basa en una reformulación integradora del individuo a
una sociedad no corporativista, permitiendo su desarrollo
en una sociedad con igualdad. En oposición a una sociedad
corporativista, que tiende a la uniformidad funcional de los
individuos, su propuesta es la de una sociedad plural, en
la que las libertades individuales se integran, de modo que
permitan la verdadera expresión de la libertad humana. “La
diferenciación y la elección inteligente, es el primer paso
para sacarnos de la confusión, el primer paso para forjar
esos valores significativos a partir de los cuales podrá
desarrollarse una individualidad sólida y efectiva”
25
. Frente
la multiplicidad homogenizante del patrón corporativista,
opone una concepción plural en la que las diferencias
individuales son parte de la trama social, sin que sean
abolidas por criterios de eficiencia económica.
  Esta igualdad pluralista es uno de los objetivos de la
educación. Es la idea de la integración del individuo con sus
talentos a una comunidad que respeta esas cualidades y
les permite su desarrollo, a la vez que la comunidad misma
23.Macpherson, C. (2005),
La teoría política del individualismo posesivo
,
Trotta, Madrid.
24. Dewey, J. (2003), Op. Cit., p. 114.
25.Ibíd., p. 101.
se beneficia de ese crecimiento personal. En la visión
corporativista, que aquí identificamos con Friedman, la idea
de ser humano se asocia con la sola dimensión económica.
La tensión entre los individuos y la sociedad sólo se produce
cuando ésta última obstaculiza el desarrollo económico
y desaparece cuando la sociedad fomenta la dimensión
mercantil de los seres humanos, como si esa fuera la única
o, al menos, la fundamental.
 En la visión de John Dewey, los individuos son un complejo
de dimensiones que se integran a la sociedad a través de
un ambiente especializado, simplificado, que les permita ir
paulatinamente asumiendo los significados y posibilidades
de la sociedad a la que pertenecen; ese es principalmente
el rol de la escuela.
  Una visión instrumentalizada de la educación,
como la que ofrece la perspectiva de Friedman, impide
el desarrollo de la comunidad y, con ella, del individuo.
Según el propio Dewey, en ese tipo de concepciones
“los individuos se utilizan unos a otros para obtener los
resultados apetecidos sin tener en cuenta las disposiciones
emocionales e intelectuales y el consentimiento de los que
son utilizados. Tales usos expresan una superioridad física o
una superioridad de posición, destreza, habilidad técnica y
dominio de los instrumentos mecánicos y jurídicos. En tanto
que las relaciones de padres e hijos, maestros y alumnos,
patronos y empleados, gobernantes o gobernados,
subsistentes en este plano, no constituyen un verdadero
grupo social, por muy íntimamente que sus actividades
respectivas se conecten unas con otras. El dar y el tomar
órdenes modifica las acciones y los resultados, pero esto no
efectúa por sí mismo una participación de propósitos ni una
comunicación de intereses”
26
.
  Para dar cabida y permitir el desarrollo del tipo de
individuo que propone el pensador estadounidense, es
26.Dewey, J. (1969), Op. Cit., p. 13.
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