Página 31 - La democracia cristiana y el gobierno de Allende

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convertido a la DC en un partido de centroderecha. Esa crítica de Arrate, sí tuvo
vigencia durante los años previos a 1964, período en que actuamos con el PADENA
y ciertamente no logramos mantener esa alianza y terminamos absorbiendo una
buena parte de ese partido. Ya en el Gobierno, cometimos tremendos errores que
no nos ayudaron a obtener aliados. Nuestra palabra y nuestra conducta estaban
marcadas por la soberbia. También fracasaron los esfuerzos de Frei por construir
una alianza con el PR. Él nos dijo a varios dirigentes de la Juventud, que entre las
gestiones que realizó, le pidió al Embajador en Argelia, Eugenio Velasco, militante
radical nombrado por Alessandri, que lo ayudara. Pero fue imposible. Se habían
abierto demasiadas heridas entre estos dos partidos. Nosotros exageramos la crítica
al radicalismo, los acusamos, generalizando indebidamente, de corruptos, los
denigramos convirtiendo su símbolo en un Cucharón. Como escribió años atrás
Gonzalo Vial en una columna del diario La Segunda, mirado en perspectiva, el
radicalismo no merece un juicio tan negro que oculte sus aportes. Por eso,
agregaba, Vial, los partidos deben procurar que no se desfigure su imagen. Pienso
que estamos en la actualidad pagando esos pecados antiguos, cuando por un
reducido número de personas que no han cumplido con las exigencias éticas de un
político humanista y cristiano, muchos chilenos miran a la DC con prejuicio
injustificado, a pesar de que somos muchos más los honestos que los que fallan, y
así debemos seguir demostrándolo cada día. Esto no es un acto de soberbia, porque
soy el primero en reconocer nuestras carencias y debilidades. En todo caso,
pensando positivamente, recordemos que Jesucristo eligió personalmente a sus 12
Apóstoles, y aun así, tuvo un error cercano al 8% de sus fieles seguidores. Incluso
Pedro lo negó tres veces y sin embargo, fue la roca sólida sobre la cual Jesús edificó
su Iglesia.
Creo que una actitud más madura de la DC en materia de alianzas la hemos
mostrado en la etapa posterior al golpe. Aylwin y Frei tomaron decisiones muy
duras, aunque necesarias, para mantener la Concertación. Ambos gobernantes y
líderes de la DC, obligaron al partido a sacrificar puestos parlamentarios para
favorecer a la coalición. Y estuvieron acertados. El hecho de que se desarrollara la
elección presidencial y parlamentaria en forma conjunta, ayudaba a que estas
decisiones se tomaran. Por un error de la DC, se cambió ese sistema y ello, unido a
una diferente visión del actual Presidente, Ricardo Lagos, generó un problema
adicional, que todavía permanece. Por una parte, la sensación predominante en
buena parte de la DC de que el Presidente nos perjudicó y, por otro, el rol que juega
en estos días uno de los favorecidos por él. En todo caso, se hace necesario superar
estas negativas experiencias y proyectarse en conjunto para el futuro.
En 1969 hubo personas que quisieron hacer aún más complicadas las decisiones del
PDC. En la Junta de mayo de 1969, las dos tesis allí discutidas, apoyadas por Aylwin
una y por Fuentealba la otra, se decidieron en una votación muy estrecha. Ganó la
de proclamar candidato propio en un plazo de 60 días, por una diferencia de 18
votos, 233 contra los 215 que obtuvo la propuesta de llevar un candidato común.
Existe la versión, a mi juicio fundada, de que cerca de 15 militantes escogidos entre
los rebeldes, fueron instruidos para votar por la tesis del camino propio, ya que la
derrota de la propuesta defendida entre otros por Radomiro Tomic, generaba un
escenario más favorable a los que se iban al Mapu.