Página 28 - La democracia cristiana y el gobierno de Allende

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La respuesta de rechazo del PS se demoró un poco, debido a algunas opiniones
minoritarias, pero la gran mayoría de sus militantes, entre los que se encontraba
Allende, impuso una actitud consecuente. Por supuesto que el MIR, los
provocadores por excelencia y aliados objetivos de las fuerzas no democráticas
de derecha y del imperialismo, se restó.
5. Al interior de las Fuerzas Armadas no había ambiente para hacer nada. Quiero
decir claramente, que no creo que todos estuvieran vendidos a la CIA, sólo era la
cosecha que nos correspondía por no estar lo suficientemente alertas para
atender los problemas de remuneración y de expectativas propiamente
reivindicativas de los militares.
Se ha dicho también que nos despreocupamos del equipamiento militar, pero no
comparto esa apreciación, porque es evidente que el Gobierno de Frei abrió
espacios para la adquisición de armamento moderno, incluso en Francia. Un
papel principal le correspondió a Gabriel Valdés, lo que, sumado a la desatada
campaña que Nixon y Korry encabezaron contra Frei, convirtió a Valdés en uno
de sus enemigos preferidos. Gabriel, que tiene una reconocida personalidad,
calificó a este embajador con una expresiva cita: “Lo que natura non da,
diplomacia non presta”.
La Opinión de Luis Corvalán
Luis Corvalán, ex Secretario General del PC chileno ha escrito, entre otras cosas,
sus memorias y un reciente texto de análisis del Gobierno de Allende. En el primero,
aborda las jugadas que se hicieron para buscar la cooperación de Frei para impedir
la llegada de Allende al Gobierno. Citando al embajador norteamericano que sucedió
a Korry, Nathaniel Davis, dice: “Korry se negó a discutir con Frei la estratagema
Rube Goldberg, aunque parece que hubo un contacto solapado”.32 Más adelante,
Corvalán concluye: “En este marco, la Democracia Cristiana puso oídos sordos a los
recados que recibía de la derecha y de los emisarios yanquis y, luego de convenir
con Allende lo que se llamó un Estatuto de Garantías, resolvió votar por él en el
Congreso”.33
Quiero recordar aquí que, en mi opinión, después de Salvador Allende, sólo dos
chilenos de izquierda tienen una gran imagen internacional: Hortensia Bussi y Luis
Corvalán. Éste último fue tan conocido en los meses que pasó detenido, que fue
objeto de campañas de solidaridad en todo el mundo. Además, su capacidad política
y el prestigio del PC chileno en el mundo de los partidos comunistas de Occidente,
hizo que la Unión Soviética estuviera dispuesta a hacer un canje con la dictadura de
Pinochet para liberar a Corvalán. La URSS pagó el costo de aparecer reconociendo
un preso político, Bukosky, para utilizar el prestigio e imagen de Corvalán en el
recién desatado debate con el denominado “eurocomunismo”, que empezaba a
erosionar la hegemonía soviética en la ideología y práctica de los PC de occidente.
Luis Corvalán participó encantado en esas discusiones defendiendo la línea ortodoxa
de los soviéticos, porque ello representaba plenamente las concepciones del PC
32 Corvalán Lepe, Luis: “De lo vivido y lo peleado”, Ediciones LOM, Agosto de 1997, páginas
159 y 160.
33 Ibíd. , página 161.