Página 82 - La democracia cristiana y el gobierno de Allende

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dirigente del PS. “Las conversaciones en el minuto escaso que Allende le concedió,
confluían tres años de interrelación entre la dirección del PS y el Presidente de la
República.-Presidente, cita Garcés a Hernán Del Canto, vengo de parte de la
dirección del partido a preguntarle que hacemos, dónde quiere que estemos”. Y la
respuesta de Allende”Yo sé cual es mi lugar y lo que tengo que hacer- respondió
secamente Allende- Nunca antes me han pedido mi opinión.¿ Porqué me la piden
ahora? Ustedes, que tanto han alardeado, deben saber lo que tienen que hacer. Yo
he sabido desde un comienzo cual era mi deber. Ahí terminó la conversación. Del
Canto partió. Los demás partidos no enviaron a preguntar que hacían.”
Este recuerdo no puede ser considerado como un ataque al PS, ni menos a sus
dirigentes y militantes, con muchos de los cuales hemos construido una sólida
amistad y con los cuales quiero seguir trabajando por el bienestar de Chile. Pero
algo más que generalidades se requieren para explicar porque Allende trató así al
representante de su propio partido. Los jóvenes, especialmente, merecen una
explicación.
También se conoce ampliamente la preocupación que Allende mostraba ese
dramático día, preguntando por la situación del pobre Augusto(Pinochet)y la del
entonces General Brady. Pasaron horas hasta que el Presidente se diera cuenta que
dos hombres en los que confiaba, Pinochet y Leigh lo habían traicionado. Quizás
una explicación para la violencia verbal y física que mostraron esos dos personajes,
estaba motivada por su interés de convencer a los demás integrantes de las Fuerzas
Armadas que eran golpistas, conversos de última hora y solapadamente, pero
conversos al fin.
Los titulares del día 11 de Septiembre de 1973 de dos diarios que no pudieron
circular libremente, pueden ser la síntesis de dos caminos diferentes:
El Siglo, diario del Partido Comunista, en su primera página, ordenaba.
CADA CUAL EN SU PUESTO DE COMBATE.
La Prensa, diario de la Democracia Cristiana, titulaba en primera página:
QUE RENUNCIEN S. ALLENDE Y PARLAMENTARIOS. El poder debe volver al
Pueblo.
Aquí estaba escrita con tinta la diferencia sustantiva. Pero se había terminado el
tiempo de los acuerdos, llegaba para quedarse, la fuerza bruta. La noche negra de
la dictadura se descargó sobre la Patria. Los culpables de gruesos errores y los que
no fuimos capaces de desarmar las manos y los espíritus, fuimos victimas de
muchos horrores. Como hemos expresado tantas veces, nada de lo que hizo la UP
puede servir de excusa para las masacres y abusos que se descargaron sobre ellos,
y tantos otros. Por encima de los sufrimientos, reconociendo nuestras debilidades y
sin pretensiones heroicas, que no las tengo, en verdad, me siento orgulloso de esa
etapa de nuestra vida, así como de lo que hicimos para reconstruir una sociedad
civilizada.
Estoy convencido que la abrumadora mayoría de la ex UP, se ha reconciliado con la
democracia y esta consciente de los errores cometidos. En la DC, se ha reconocido
por muchos nuestras carencias. Algunos intelectuales y políticos, han contribuido
con otra cuota. Espero que estas líneas sean consideradas un aporte positivo.