El Paracaidas - N°2 2014 - page 26

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El Paracaídas / Nº 2 octubre 2014
EUTANASIA
SIN EUFEMISMOS
Por Dr. Miguel Kottow* / Foto: Felipe PoGa
E
s posible que la eutanasia sea el
tema más cargado de prejuicios
y connotaciones negativas en
todo el discurso de la moderni-
dad. En nuestro escenario académico y
político, la eutanasia alcanzó su prota-
gonismo a raíz de la carta de Manuel
Almeyda, quien solicitó al Colegio
Médico abrir el debate promoviendo
“la creación de una comisión de hom-
bres justos”. Ni más ni menos. No obs-
tante este comedido mensaje, se preci-
pitan los proyectos de ley y las acerbas
polémicas, el ruido es enervante y las
nueces son poquísimas.
Los centros cuya tarea fundamental es
fomentar el pensamiento y estimular
el conocimiento comienzan, lenta pero
decididamente, a emprender el debate
de temas críticos en el entendimiento
de que sus esfuerzos no han de estimu-
lar el prurito legislativo, sino enriquecer
la deliberación ciudadana y utilizar la
caja de herramientas comunicacionales
y mediáticas para instalar una amplia
participación democrática y participa-
tiva. Este proceso es urgente; su ob-
jetivo de ninguna manera es dilatar la
creación de una normativa, al contrario,
acelerarla en tanto represente los valo-
res sociales en juego y no, como ahora,
que los legisladores pretendan conocer
la opinión pública y arrogarse la compe-
tencia para esclarecerla.
Por ello, y de inicio, se ha de hablar de
eutanasia en el contexto médico: es el
deseo de morir, voluntaria y claramente
expresado por una persona en situación
de enfermedad crónica e irreversible,
o afectada por discapacidad extrema,
cuyos sufrimientos son intolerables y
no han sido paliados por la medicina.
Dada su situación de impotencia, el
solicitante no puede suicidarse, requie-
re asistencia práctica para que se le dé
curso a su petición. Son estas cuatro
condiciones, que de una u otra manera
están siempre presentes, pero rara vez
se constituyen como requerimientos
comunes para definir eutanasia médica
y desacreditar las posiciones espurias
que se apoyan o rechazan solo algu-
nas ellas. Quedarían en el camino las
variantes que pretenden restarle filo al
tema, como eutanasia pasiva, volunta-
ria, involuntaria, directa o indirecta; la
única que cumple los cuatro criterios
sugeridos siendo la eutanasia médi-
ca sin adjetivación, pero regulada por
condicionantes legales explícitas.
Hay un uso falaz de la idea de
derecho, que por definición es
facultativo y no obligatorio,
so pena de convertirlo en
deber: de allí que el derecho
a la vida o el derecho a morir
sean frases emblemáticas pero
carentes de contenido.
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