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El Paracaídas / Nº 2 octubre 2014
Es una lucha social que se ha tratado de criminalizar también
.
-Es una lucha social que al principio no se entendió, que
se creyó que esto era un problema del orden público. Y no
se dieron cuenta de que éste es un problema político de un
pueblo que se puso de pie. Y a raíz de eso se producen un
montón de hechos de protesta y de violencia, pero porque
detrás de eso no hay una cuestión de orden público, es un
problema político. Ésa es la diferencia. Ahora, ese error lo
cometieron todos. A mí no me gustan los generales después
de las batallas porque hoy día, el 2014, es fácil decir “¿y usted
por qué no consideró el ‘90 que esto era un problema polí-
tico?”, porque estos son procesos. Y yo puedo colocar cien
ejemplos. Pero si hasta diez años atrás en Chile existían hijos
legítimos, ilegítimos, naturales y por qué no se hizo nada an-
tes. Aquí hay un problema cultural. Así es la vida en las so-
ciedades, es un proceso de maduración y de cambio cultural.
¿Y cómo reaccionó usted, en qué estaba cuando murió
Matías Catrileo?
-Yo estaba de alcalde de Temuco, fuera del tema político
contingente. Ser alcalde de Temuco es administrar en una
ciudad, estás en otra. No estaba en los temas políticos. Y yo
nunca he levantado las banderas del indigenismo. Nunca he
dicho “mire, soy un dirigente mapuche”, en ningún cargo, ni
siquiera como intendente, porque no me corresponde. Yo me
califico a mí mismo como un político. Entonces, yo fui alcal-
de de Temuco y fui alcalde de todos los temuquenses, porque
no creo que el apellido condicione la conducta política. Y se
lo dije a muchos dirigentes.
Distinto es el caso del alcalde Adolfo Millabur, que tiene
una población mayoritariamente mapuche en Tirúa.
-Ni aun así, porque yo creo que no podría decir “mire, yo
soy el alcalde de los mapuche y de los que son chilenos no
soy alcalde”.
No, pero él sí le pone más énfasis en su gestión a…
-Esa es otra cosa. Uno le puede colocar más énfasis. Y de he-
cho yo como intendente he puesto el tema político del mun-
do mapuche pero no porque me llame Huenchumilla, sino
porque como político entiendo que es un tema del Estado.
Pero mi conducta política no está condicionada a cómo
yo me llame, sino porque objetivamente yo he llegado a
la conclusión como político de que estamos frente a un
problema grave.
Usted acogió el diálogo con distintos sectores. Fue a ver
a Celestino Córdova a la cárcel. ¿Qué opina de Córdova,
cómo lo ve?
-A Celestino Córdova lo fui a ver porque estaba en una
huelga de hambre que yo vislumbraba que podría ser fuente
de conflicto. Y por lo tanto fui a neutralizarlo. No fui ni
como psicólogo, ni como pastor. Fue una visita estrictamen-
te política para señalarle que era totalmente inviable estar
en huelga de hambre pidiendo que los trasladaran cuando
todavía la sentencia ni se notificaba. La gente lo interpretó
como que yo poco menos que fui a consolarlo. No, yo fui a
una visita política.
¿Y le ha tocado hacer lo mismo por el lado de los Luchsinger?
-He conversado con ellos también. Y ahora en un rato más
voy a recibir a la Asociación de Víctimas.
¿Cree que la solución de este tema pase por un ministerio in-
dígena? Hay dirigentes mapuche que han dicho que se trata
de indigenismo un poco atrasado.
-Es que yo creo que la solución a este tema no pasa por un
ministerio. Pero lo que tiene que entender la gente es que un
ministerio de Asuntos Indígenas es un órgano del Estado, no
de los indígenas. Los mapuche y los indígenas en general han
confundido pensando que la Conadi es un organismo de los
mapuche. La Conadi es un organismo del Estado, como lo
es el Registro Civil o Impuestos Internos. El ministerio de
Asuntos Indígenas es un órgano del Estado que se eleva en su
categoría política por sobre lo que es hoy la Conadi y por lo
tanto tiene más poder político para, desde el Estado, encarar
a un sector importante de la población de este país que es el
pueblo indígena. El día en que el mundo indígena tenga au-
tonomía creará sus propios organismos. Pero los organismos
del Estado son organismos del Estado.
“Hoy día no rindo exámenes ante nadie. Me da lo mismo,
no tengo ninguna ansiedad. Y por lo tanto he dicho todas las cosas que
tengo que decir y voy a decir muchas cosas más en el futuro”.
