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Nº 2 octubre 2014 / El Paracaídas
Cuando uno lee el programa de gobierno ve puros objetivos
políticos. Esos objetivos hay que hacerlos operativos. Porque
la política es un arte. Tienes que ponerle talento. Eso no está
escrito en ninguna parte. Pero es intuición y decisión. Se me
ocurren las decisiones porque tengo un
background
, un mon-
tón de elementos de juicio. Ahora, uno se puede equivocar.
Pero ese es el arte de la política, tratar de no equivocarse.
¿Por qué cree que la Presidenta le tomó el peso al conflicto
en la Araucanía?
-Yo creo que en la Nueva Mayoría y en el equipo de la Presi-
denta se llegó al convencimiento de que este era un problema
grave en la región de la Araucanía. Y se hizo asesorar bien
respecto de lo que había que hacer y por lo tanto hizo un
programa un poquito diferente a lo que se había hecho en
el pasado, respecto de los otros gobiernos. Un programa más
audaz y eso permite un juego un poquito más de punta.
En una entrevista usted mencionó haber sufrido discrimi-
nación ambiental. Temuco es un sector de frontera, ¿cómo
es vivir eso?
-Yo creo que Chile es un país racista y clasista. La persona
que es de apellido mapuche siempre tiene que andar dando
examen. Si yo soy abogado aquí probablemente la persona
antes de tomarme la piensa dos veces, pensando que a lo me-
jor un Errázuriz sería mejor abogado que yo. Cuando llego
a la Cámara de Diputados lo mismo. Uno rinde examen dos
veces. Y así sucesivamente en todos los cargos en que he es-
tado. Cuando fui alcalde de Temuco decían “pero este gallo
va a meter a todos los mapuches acá en la municipalidad”.
Uno escucha ese tipo de comentarios. Yo he sido el primero
en muchas cosas. Fui el primer alcalde mapuche acá en esta
región, en Temuco. Y el primer intendente. El primer subse-
cretario de las Fuerzas Armadas. El primer Vicepresidente de
la Cámara. El primer secretario general de la DC. El primer
ministro político. Y en todas partes uno se siente rindiendo
examen. Hoy día no rindo exámenes ante nadie. Me da lo
mismo, no tengo ninguna ansiedad. Y por lo tanto he dicho
todas las cosas que tengo que decir y voy a decir muchas cosas
más en el futuro.
Pero lo han estado evaluando todo el tiempo.
-Pero me da lo mismo.
¿Y por qué le da lo mismo ahora?
- Porque no tengo ninguna ansiedad. No aspiro a ningún
cargo, ni a ser candidato. Aspiro a cumplir mi tarea como
intendente. Y si no están de acuerdo, me voy tranquilamente.
Mientras conversamos, hay una delegación chilena en la
cumbre de pueblos originarios en la ONU. ¿Por qué decidió
no ir a Nueva York?
-Porque a mí me gustan las cosas claras. Si alguien en la Can-
cillería estimaba que yo debería ir a Nueva York, deberían
habérmelo dicho y haberme llamado el ministro o el sub-
secretario. Y yo hubiera dicho “muy bien, si es así voy”. Pero
cuando a mí me llega un correo administrativo diciendo que
saque pasajes para Nueva York y nadie me explica a qué voy,
entonces yo decido no ir.
¿Se sintió poco considerado?
-No, no es eso, sino que es una cosa mal hecha. No se hacen
las cosas así. A mí me cargan las cosas mal hechas. Entonces,
no voy a Nueva York.
¿Qué le parece cómo ha funcionado el tema de la consulta
indígena?
-Digamos que hacer una consulta indígena por primera vez
en Chile no es un proceso fácil. No creo que uno pueda
decir, la consulta está mal hecha, o está bien hecha. Es más
complejo. El mundo mapuche y el mundo indígena en ge-
neral no son fáciles para ese tipo de cosas, porque hay mu-
“(La del pueblo mapuche) Es una lucha social que al principio no se entendió,
que se creyó que esto era un problema del orden público. Y no se dieron cuenta
que éste es un problema político de un pueblo que se puso de pie”.
