El Paracaidas - N°4 2014 - page 9

5
cos y funcionarios nos reunimos nuevamente. Los académicos
les mostramos a los estudiantes que el sistema de evaluación
que ellos planteaban era mucho más severo que la evaluación
que nosotros proponíamos. Se convencieron, entonces, que
la facultad era la primera interesada en que no fallara nadie.
Acordamos el Plan de Evaluación Permanente, para que no se
atrasara nadie y para apoyar a quienes se iban quedando atrás.
Considerando este tipo de relación entre académicos, estu-
diantes y funcionarios, ¿cómo observa los reparos al cogo-
bierno universitario?
- Yo hablo por mi experiencia. Creo que para un trabajador
o estudiante es muy importante sentirse un factor clave en el
desarrollo de la Universidad. Cuando las personas se compro-
meten con ella, el camino está abierto para un entendimiento.
Recuerdo el discurso de recepción a los nuevos estudiantes
que realizó Juan Valencia, presidente de los funcionarios de
la Universidad de Chile. Fue sencillo, pero muy emocionante.
Dijo: ‘Nosotros, los funcionarios, vamos a estar aquí para re-
solver todos los problemas que existan, para ayudarlos a uste-
des, que no tienen tiempo que perder y puedan recibirse como
médicos, porque el país los necesita’. Fue un discurso bellísimo
desde el punto de vista del funcionario, que manifestaba el
compromiso de quienes realizaban los empleos más modestos
con el proyecto de facultad que teníamos.
Sin embargo, para muchos esa manera de administrar la
Universidad es anacrónica o nociva para la institución debi-
do al carácter transitorio de los estudiantes y al perfil sindi-
calista que podrían asumir los funcionarios...
- Creo que le tienen mucho miedo a la participación. Yo tengo
una confianza inmensa en los estudiantes y funcionarios. Por
ejemplo, a los dos meses en el decanato, viene el jefe de uno
de los sindicatos y me dice: ‘Decano, los sueldos que estamos
recibiendo son insuficientes y hemos descubierto que hay unos
fondos que no se han gastado en investigación y pensamos que
deben repartirse’. Yo le dije: ‘la facultad existe para formar pro-
fesionales y para eso necesita la docencia y la investigación,
que son los pilares de la Universidad. Si cambias ahora el pre-
supuesto, no tendremos medios para hacer investigación’. A
los dos días, caminando por el jardín de la facultad, había un
grupo de cuatro funcionarios conversando y yo alcancé a oír
que uno de ellos decía: ‘pero cómo se te ocurre que van a gastar
los fondos de investigación, con eso paramos la Universidad y
qué van a hacer los académicos si su trabajo es la investigación’.
Los funcionarios comprendían los problemas y tratábamos de
resolverlos sin afectar a la Universidad. El Hospital José Joa-
quín Aguirre paraba, por lo menos, tres o cuatro veces al año
hasta por 10 días. Pasaba parado y con problemas.Yo nunca, en
cuatro años, tuve un paro de los funcionarios, nunca un paro en
un contexto político del país donde todo era tensión.
1,2,3,4,5,6,7,8 10,11,12,13,14,15,16,17,18,19,...44
Powered by FlippingBook