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Nº 4 diciembre 2014 / El Paracaídas
Hay un término muy de moda para hablar del clima político y social en el Chile actual que se reitera en los me-
dios de comunicación y en las conversaciones de la calle, que nos refiere a un ambiente de “crispación”. Se trata
de una palabra que enmarca no sólo el déficit de diálogo, sino las reacciones ásperas, la descalificación rápida y
una dinámica que contamina el espacio público al estar mediado tanto por la desconfianza como por el temor.
La razón está clara. El anuncio y decisión de reformas del actual gobierno en áreas claves como la educación,
por ejemplo, lo que en definitiva terminaría con el lucro, concentrando sus esfuerzos en el fortalecimiento de un
sistema de educación pública gratuita y de calidad, ha movilizado con éxito los miedos y resistencia de quienes se
ven afectados directamente en sus intereses económicos por la implementación de estos cambios.
El debate de esos y otros derechos sociales, las características que adquieren el necesario diálogo en torno a estos
temas, la manera como los medios los abordan y la ausencia de una cultura de debate público y ciudadano contri-
buye a esta “crispación”. Sin embargo, la manera como se alimenta este clima de tensión que se arrastra por meses,
hace pensar a veces que detrás de ese clima estamos ante una “estrategia de la crispación”.
En ese contexto, si asumimos como cierta la premisa de que la Universidad de Chile es el espejo de lo que ocurre
en el país, y analizamos los distintos episodios que van configurando finalmente la necesidad de que su comu-
nidad se vuelque a un debate democrático e informado sobre los cambios de estatuto, podemos advertir dicho
correlato de crispación. En los rumores, en las visitas, en los miedos y en las sospechas.
La transparencia y el debate franco y abierto, donde todos tienen derecho a opinar es nuestro antídoto para
exorcizar dicho clima. Por ello estas páginas que contienen distintas miradas sobre un proceso necesario. ¡Porque
obviamente el búho también está crispado!
EL BÚHO ESTÁ CRISPADO
Editorial
Por Faride Zeran
