Table of Contents Table of Contents
Previous Page  59 / 68 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 59 / 68 Next Page
Page Background

Entonces, tal como los medios amplificamos las

diferencias entre los mismos chilenos, las amplifi-

camos también hacia los extranjeros. ¿Es casuali-

dad que dos candidatos presidenciales relacionen

inmigración con delincuencia? ¿O es resultado de

construcciones mediáticas que no tienen que ver

con las cifras reales que manejan las policías y el

Ministerio Público? Hoy los medios de comuni-

cación somos más parte del problema, que de la

solución. ¿Estamos para solucionar los problemas

de la sociedad? No. Pero sí tenemos la misión de

dar contexto a lo que nos rodea.

“Hoy los medios

replicamos la mirada

clasista que tenemos

sobre la sociedad

chilena y la hacemos

extensiva a los

migrantes. Si tratamos

diferente en el desarrollo

de las noticias a una

víctima o victimario si es

de Las Condes o de San

Bernardo, también lo

hacemos si es chileno o

extranjero”.

Doy un ejemplo. El temor a la delincuencia en

Chile no tiene nada que ver con la cifra real de

hechos delictuales. ¿Hay responsabilidad de los

medios en esto? Sí. ¿Es acaso porque la delin-

cuencia “vende”, concita el interés o sube el

ra-

ting?

Sí. ¿Podemos extrañarnos de la utilización

política de la delincuencia como “el temor de los

chilenos”? Claramente, no. Un contexto adecuado

nos llevaría a hacernos otras preguntas en torno a

la delincuencia. ¿A quiénes llamamos delincuen-

tes en Chile? ¿Qué pasa en las cárceles? ¿Por qué

hay alta reincidencia? ¿Qué hace el sistema con las

personas que cometen un primer delito? ¿Por qué

los presos en Chile en un 95% vienen de familias

pobres? O ¿por qué el 50% de los presos ha pasado

por un centro del Sename?

Con la inmigración, como medios también de-

bemos hacernos las preguntas que corresponden.

Poner el contexto.

Lo que está claro es que la inmigración llegó para

quedarse. No hay vuelta atrás. Nos guste o no. Ce-

lebremos o no la diversidad. Ya no depende de noso-

tros. Lo que sí depende de nosotros es la mirada que

les demos a los inmigrantes. Lo que sí depende de

nosotros es la normalización que le daremos al tema.

Lo que sí depende de nosotros es si seguiremos re-

produciendo con ellos el mismo clasismo y la segre-

gación que nos afectan hoy a los chilenos. Lo que sí

depende de nosotros es superar el miedo con el que

miramos al que vive en la otra cuadra, al frente o al

lado. Lo que sí depende de nosotros, como medios

de comunicación, es hacer las preguntas y poner el

contexto. Lo que está en juego es construir una so-

ciedad distinta, entre nosotros y hacia los otros.

P.57

Dossier / Nº4 2017 / P.P.