Background Image
Table of Contents Table of Contents
Previous Page  33 / 48 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 33 / 48 Next Page
Page Background

¿Y si es progresiva y progresista, por

qué ahora casi se ofrecen disculpas por

la reforma?

- Realmente, no lo entiendo. Se debe

reiterar que la reforma tributaria la va a

pagar el 10 por ciento más rico.

- Pero la reforma y el lento crecimien-

to se utilizan incluso como argumento

para justificar que algunas promesas

del programa de gobierno no se po-

drán cumplir...

- Ahí de nuevo hay una falla comuni-

cacional, porque se confunde velocidad

con inacción. Yo entiendo que cuando

la presidenta dice “sin renuncia” signi-

fica que las reformas van. Se pueden

revisar, pero deben ir. Por ejemplo, la

tributaria hay que revisarla para que

recaude más y no menos.

ECONOMÍA PARA

EL DESARROLLO

¿Qué hay de cierto que toda esta discu-

sión pública afecta el crecimiento? ¿Se

alteran las percepciones de las personas

con este debate sobre las reformas?

- Sí, porque la gente está menos op-

timista en estos momentos. Está más

intranquila y consume menos. El pro-

blema es que ahora estamos gastando

menos de lo que el país es capaz de pro-

ducir. Chile puede producir a un nivel

100, pero estamos en 95. Ahí tenemos

cinco puntos de capacidad productiva

que se necesita reactivar. Para eso, no

necesitamos equipos, maquinaria nue-

va ni infraestructura. Lo tenemos, pero

lo estamos perdiendo.

¿Hay también factores externos que

explican el lento crecimiento?

- Toda América Latina está en lento

crecimiento, porque tenemos algo en

común: la explotación de recursos na-

turales. Muchos países latinoamerica-

nos apostaron por los recursos natura-

les de manera neoliberal, dejaron que

el dólar se abaratara y nos llenamos de

importaciones. Nos comimos la pla-

ta proveniente de los buenos precios

de la soja, del cobre y otros recursos.

Botamos la plata y castigamos nues-

tro sistema productivo con un exceso

de importaciones, que perjudicó a las

PYMES. Además, desde el ‘99 tene-

mos un tipo de cambio libre, que es

manejado por los flujos especulativos.

Esos que traen platas financieras de día

para meterlas a la bolsa y sacarlas por la

noche. Así como las platas de las AFPs,

que entran y salen, especulativamente.

Pero esa parece ser la doctrina que se

sigue enseñando en las facultades de

economía...

-Hay un problema con la enseñanza

de la economía. Durante 16 años, en

Chile solo se podía enseñar la verdad

neoliberal. Estuvo muy de moda la

formación financierista en el país. Pero

la crisis global ha ayudado, en parte,

a cambiar esto. Antes de la crisis del

2004 al 2008, conocida erróneamente

como

subprime

, para los neoliberales

todo estaba flotando a la perfección

con crecimiento del 5 por ciento en

Estados Unidos y en América Lati-

na. Pero la crisis los obligó a sacudirse,

tanto que el Fondo Monetario Inter-

nacional publicó en 2010 un informe

donde reconocieron que se equivoca-

ron con las metas de inflación y con

otras políticas. El FMI, el espolón del

neoliberalismo, reconoció sus errores.

Si se reconocieron esas equivocacio-

nes, ¿cómo se explica que la gran ma-

yoría de los economistas con tribuna

pública siga con ese discurso?

- Para entenderlo hay que mirar un re-

portaje de El Mercurio donde se decía

“los economistas debaten el tema de la

desigualdad”. Pero ¿quiénes eran esos

economistas? Tres empresarios. Uno

de ellos de extremo pinochetismo. Dos

empresarios razonables de derecha que

están dispuestos al diálogo; un econo-

mista de derecha que trabaja en temas

de distribución del ingreso; y otros dos

economistas muy de derecha. Esos no

son “los economistas”, hay otra econo-

mía. Hay una economía no de derecha,

que aparece muy poco en los medios de

comunicación. Ahora están llegando a

Chile muchos economistas, después de

su doctorado, con otros enfoques. Ne-

cesitamos este recambio. Necesitamos

una reorientación de la enseñanza de la

economía hacia el desarrollo.

31

Nº 10 / Agosto 2015 / El Paracaídas