Background Image
Table of Contents Table of Contents
Previous Page  31 / 48 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 31 / 48 Next Page
Page Background

“El mundo neoliberal nos dice que debemos tener un

mercado profundo, pero lo que tenemos es solo profundo

en desigualdad. Y eso es muy malo para el desarrollo”

Luego, con la presidencia de Aylwin y

con Alejandro Foxley como ministro de

Hacienda, se aplicó una reforma tribu-

taria, restableciendo los impuestos a las

utilidades de la empresa, que se habían

eliminado en el ‘84. Con esto se detiene

en parte el impulso neoliberal, porque no

es lo mismo reponer que eliminar. Pero a

fines de los ‘90 retrocedimos fuertemente.

Nos insertamos en la globalización de la

volatilidad financiera.

¿Cuál es la responsabilidad de los

ministros de Hacienda, desde el go-

bierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle,

en esa vuelta hacia el neoliberalismo

más duro?

- Esos conductores de la política econó-

mica estaban por insertarse en la moda

predominante en el mundo: la econo-

mía financista.

Entonces, ¿cómo podríamos definir el

actual modelo económico del país?

- Tiene elementos del neo-estructura-

lismo y también residuos keynesianos,

pero no lo suficientemente fuertes.

¿Cuáles son los cambios que se nece-

sitan para aumentar el crecimiento y

la igualdad?

- Se deben introducir con mucha más

eficacia la selectividad tributaria, la se-

lectividad intensa en lo financiero y

necesitamos una reforma del mercado

de capitales que sea pro PYME y pro

desarrollo. Es muy débil lo que tene-

mos. El mundo neoliberal nos dice que

debemos tener un mercado profundo,

pero lo que tenemos es solo profundo

en desigualdad. Y eso es muy malo para

el desarrollo.

¿Algunas de las reformas de la presi-

denta Bachelet apuntaban a ese desa-

rrollo con mayor equidad?

- La reforma tributaria, decididamente,

sí. Esta reforma -con todos los defectos

que uno ha remarcado- es mucho mejor

que la que teníamos hace un año. Qui-

zás no podremos recaudar el 3 por cien-

to, pero sí entre el 2,5 y 2,8 por ciento

y eso es un cambio importante. Tener

reformas de 3 por ciento son muy difíci-

les, porque tenemos un sistema tributa-

rio neutro: tratamos por igual a una em-

presa que produce todos sus productos

que a una empresa extranjera que sim-

plemente explota los recursos naturales

que pertenecen a toda la sociedad. Y

con la reforma, al menos, avanzamos

hacia una carga tributaria cercana a la

mitad de los países desarrollados. Esto

ha sido muy duro de lograr, porque la

29