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Nº 8 junio 2015 / El Paracaídas
resolverlo. Y el Senado ha ayudado en algo, pero debería ha-
ber un mecanismo aún más eficiente.
¿De qué tipo?
-Discusiones más transversales como el cómo se define el
presupuesto de la Universidad. El Senado propone la mo-
dificación de 28 artículos del estatuto. Todo el mundo ha
hecho hincapié en sólo uno, que es esto de la elección tries-
tamental de autoridades unipersonales y los porcentajes.
Focalizar eso en ese puro artículo puede hacer fracasar el
proceso. Podría haber algo mucho más interesante de un
mecanismo realmente triestamental, realmente colectivo, en
la definición del presupuesto.
Distintos sectores se han opuesto a este proceso de modi-
ficación de los estatutos. ¿Por qué empiezan a generarse
esos temores?
-Yo creo que de buena fe hay gente que cree que todo este
mecanismo de discusión de los estatutos es eso solamente
y el resto es una operación de inteligencia para camuflar el
centro de gravedad de la batalla que es ese artículo y que ellos
lo consideran inaceptable. Pero yo te aseguro que si mañana
la Universidad de Chile fuera triestamental en sus decisiones
de rector, esta cuestión no cambiaría nada.
¿Por qué?
-Porque los decanos seguirían siendo decanos en sus facul-
tades. Porque hay asuntos estructurales en esta Universidad.
Las facultades están aisladas geográficamente, por lo tanto la
interacción se hace difícil. Y los decanos, sea como sea que los
escojan, tienen que asegurar el bienestar de su facultad. Está
metido en el mecanismo esta pelea entre facultades, entonces
tenemos que inventar una cuestión nueva. Yo creo que los
problemas más sistémicos de la Universidad no se resuelven
por cómo se escogen las autoridades.
Sino por cómo se va redistribuyendo la cosa.
-Claro, definiendo otra manera de segmentar el mundo.
Hasta el momento en que empezó la toma, ¿en qué estaba el
proceso de discusión de los estamentos?
-Estaba comenzando el proceso local de discusión. Intere-
santísimamente, nosotros estamos haciendo lo mismo que
quieren hacer en el país, un proceso constituyente.
Desde la toma, no han vuelto a sesionar. ¿Hay gente que
no quiere?
-Hay gente que no quiere porque justamente consideran que
esto de tomarse la Casa Central ataca el ser mismo de la Uni-
versidad. Pero independiente de eso, el proceso de discusión
ya está paralizado porque se rompe el flujo emocional de ha-
cerlo. Y eso me sorprende que no lo entiendan algunos.
En redes sociales circula un hashtag que se llama #LaChi-
leEnCrisis. ¿Está la Chile en crisis?
-No, no. Esos son los que no conocen la Chile. Esta es una Uni-
versidad bastante decente. Hay dignidad, hay investigación, hay
un gran cuerpo académico que podría competir con Harvard
perfectamente.Aquí no se le impide a nadie enseñar,hay libertad
de cátedra absoluta.Nuestros alumnos son lo mejor que produce
el país,de
lejos.Notenemos problemas financieros fundamenta-
les y poco a poco se está avanzando en mejorar la infraestructura.
Hay problemas grandes, pero hay maneras de resolverlos. Y te-
nemos una noción de futuro en la que todos quieren participar.
Ahora, el problema está en que si no se imbrica un sistema na-
cional de universidades estatales y se deja a cada una salvarse por
sí sola, el sistema entero va a fracasar. Incluyéndonos a nosotros.
¿Y cree que exista esa voluntad en el gobierno?
-Yo creo que hay voluntad pero no hay claridad. Y todavía
estamos con esta idea subsidiaria del Estado. A mí me consta
que vivimos en una época de confusión, en que no se sabe qué
hacer para tener el país que queremos. Es esa confusión de
que el Estado no tiene proyectos estratégicos de largo plazo
para la ciudadanía. El único proyecto de largo plazo que tiene
Chile son las Fuerzas Armadas, y ahí gastamos como reyes.
El resto lo negamos. Y es lo que creo que hay que cambiar.