sas, más que de intereses personales o
privados. Yo creo que se la ha hecho un
gran daño a la política con este espíritu
individualista. Ya nadie quiere apoyar
una causa justa, sino que cada cual está
dando su propio interés y su propia vo-
luntad de sacar alguna tajada de cual-
quier torta. Para mí es tremendamente
importante que, por ejemplo, los rec-
tores de las universidades estatales nos
pronunciemos a favor de la educación
pública. Eso no significa apoyar algo
exclusivo de nuestra universidad, mu-
cho menos con el presupuesto de ésta,
sino que hay valores y principios que
defendemos en común.
¿No cree que puedan catalogarlo de
oficialista por este discurso? Digo, ese
esfuerzo de defender lo común por so-
bre lo secular.
-Jamás. Es ridículo pensar que la Uni-
versidad de Chile, representada por su
rector, va a ser oficialista u opositora a
algún gobierno. La Universidad de Chile
es del Estado y el Estado está por encima
de un gobierno de turno o de una coa-
lición política. Ahora, precisamente por
ser parte del Estado, la Universidad de
Chile siempre va a estar favoreciendo lo
público, favoreciendo la equidad, favore-
ciendo lo estatal.Y va a estar siempre eso
por doctrina, porque son los grandes va-
lores que la Universidad suscribe. Si eso
en algún momento lo representa mejor
un gobierno es otro cuento.
Y en cuanto a esa doctrina, ¿cree que
esta reforma ha manifestado un claro
apoyo a lo estatal?
-Sí, pero no se trata de aparecer mar-
cando una diferencia como que fuera
una actitud entreguista o sumisa, o
como quieran llamarlo. Nosotros ya
hemos planteado aprehensiones, que
es distinto. Una cosa muy nefasta se-
ría que el Estado decidiera que va a
seguir financiando en forma propor-
cional a lo que hoy día está cobrando.
Evidentemente sería un premio para
quienes han estado cobrando más y
un castigo para quienes han hecho un
esfuerzo para cobrar menos, como las
estatales. Nadie entendería que se le
diera más dinero por estudiante a la
Universidad Católica de Chile que a
la Universidad de Chile o a la Uni-
versidad de Talca, ¿me entiendes? No
puede ser que el Estado le dé más
plata a una privada que a una univer-
sidad pública.
LO ESTATAL PRIMERO
La recientemente publicada encues-
ta “Barómetro de la Educación”, del
Centro de Estudios Mori, arrojó que
para los estudiantes de 3° y 4° medio
consultados de Arica a Punta Arenas,
la Universidad de Chile es la mejor del
país. Al mismo tiempo, los estudiantes
marcaron una clara preferencia por los
planteles estatales por sobre los priva-
dos (44 por ciento sobre el 7 que pre-
fiere a las privadas).
¿Cómo hacer que las universidades
estatales puedan acoger a más de los
alumnos que están interesados en ellas?
-Evidentemente hay un gran riesgo
de que, amparada en esta gratuidad,
una universidad diga: ‘fantástico, ofre-
ce más matriculas, total me van a dar
la plata igual y además me van a dar
más plata’. Entonces está, desde luego,
una lógica que dice que lo que corres-
pondería es congelar las matrículas. Y
eso sería nefasto, porque claramente la
encuesta Mori demuestra que la gente
quiere la universidad estatal y en parti-
cular la Universidad de Chile.
Y en ese sentido, el sistema debiera au-
mentar las plazas de las universidades
estatales y no de las privadas.
-Por supuesto que sí.
¿El Estado debe fomentar que eso
ocurra?
-Absolutamente. Esa es la responsabi-
lidad del Estado, fortalecer a sus uni-
versidades. Van a tener que entender la
diferencia entre lo estatal y lo privado.
Tradicionalmente el Estado también
apoyó a otras universidades, pero hay
que acordarse de que no fuimos no-
sotros ni fue una política de Estado
la que produjo todos los cambios que
ocurrieron el ‘81, que crearon el siste-
ma actual que se está cambiando.
¿La reforma debe terminar con eso?
-Por supuesto. Eso es obvio. La re-
forma tiene que fortalecer y tener un
programa. Por eso encuentro peligroso
decir “se congelan las matriculas”, por-
que creo que hay dos temas claves para
nosotros: uno, la universidad estatal es
un sello de garantía, sea de La Serena,
de Magallanes, Antofagasta, la propia
Universidad de Chile, es un sello de
garantía. Y lo otro, que evidentemente
tiene que ser la forma mayor y princi-
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El Paracaídas / Nº 8 junio 2015
“El tema actual no pasa por una crisis de financiamiento del sistema, sino una
concepción de cómo financiarlo, que es profundamente equivocada”.