40
El Paracaídas / Nº 8 junio 2015
Por Raúl Atria B.*
Construir un modelo universitario estatal para Chile
UNA TAREA URGENTE
H
oy somos testigos y actores de un gran debate so-
bre el tema de la educación y, en particular, sobre la
educación superior. En ese contexto, el tema de la
educación superior estatal pasa a ser un eje central
en el debate sobre las políticas públicas adecuadas para dar
sentido y coherencia al sistema de educación superior.
El tema comprende varios subtemas interrelacionados, tales
como: sentido y justificación de la educación superior públi-
ca, características propias de un sistema estatal de educación
superior, experiencias internacionales comparadas, los sub-
sistemas de universidades, institutos profesionales y centros
de formación técnica, financiamiento del sistema, asegura-
miento de la calidad, acceso de los estudiantes al sistema,
carácter nacional de la educación superior estatal.
Para empezar a abordar esa nutrida agenda, es pertinente po-
ner el acento en algunos problemas estructurales que inciden
en ella y que traspasan largamente las particularidades de las
coyunturas en que se desenvuelven los principales actores in-
volucrados en la educación superior, como son por ejemplo,
las movilizaciones estudiantiles y sociales que levantan ban-
deras y demandas de reforma y transformación de la educa-
ción superior y exigen un rol proactivo del Estado para dar
respuestas efectivas a esas demandas.
Desde una perspectiva más sustantiva que gerencial del sistema,
la mayor parte de esos problemas se relacionan con la educación
superior “pública”, entendiendo por ésta a aquella que aspira y se
compromete a existir y proyectarse más allá del mercado.
Entre estos problemas urgentes está revertir la cada vez más
tenue distinción entre la educación superior pública y la pri-
vada. En la fase de masificación avanzada al estilo chileno,
la distinción privado/público en el campo de la educación
superior es cada vez más retórica que real y ya no permite
especificar con nitidez distintos perfiles instituciones, pues
todas ellas están empujadas a adaptarse de manera similar a
un entorno altamente privatizado en el mercado académico
y de las profesiones.
En buenas cuentas, en el caso chileno, el componente pú-
blico de un sistema como el que se ha configurado en el
país todavía puede rescatarse en el grupo de las 16 univer-
sidades estatales, que existen dentro de un conjunto que
supera las 60 instituciones a las cuales habría que agregar
las dos nuevas que se acaban de crear en Rancagua y Ay-
sén. El problema crucial es cómo y en qué medida pueden
darse las condiciones necesarias para la sustentabilidad
académica, social y financiera de estas instituciones, para
permitir que en su gestión y desarrollo ellas no se vean
*Sociólogo, experto en Educación Superior. Vicedecano, Facultad de Ciencias Sociales