Corría 1842 cuando la sociedad capitalina veía emerger en los campos
experimentales de la Quinta Normal de Agricultura la afamada destilería
Licores Quinta Normal.
Reconocida como la bodega de destilados más antigua del país y la única
vigente en Santiago, este espacio de elaboración de bebidas alcohólicas ha
sido administrado desde 1927 por la Universidad de Chile, a través de la
Facultad de Ciencias Agronómicas, manteniendo una popular tradición
de licores dulces y aguardientes envejecidos. Brandies de más de diez años
de guarda; brebajes macerados de frutas naturales en aguardientes de alta
calidad, como el Orañac (licor de naranja), el Morañac (licor de mora), el
Nogado (licor de nuez), entre otros; y aguardientes obtenidas de la desti-
lación de vinos elaborados a partir de uvas aromáticas como Moscatel y
Torontel (que debido a su producción fuera de la III y IV región pierden
su denominación de pisco); son sólo algunos de los destilados que hoy se
siguen produciendo bajo el etiquetado de Licores Quinta Normal.
La emblemática destilería permaneció hasta 1960 en los campos de expe-
rimentación. Por esos años, reservas y maquinarias fueron trasladadas a la
Hacienda Rinconada de Maipú, donde hoy se mantiene como Bodega de
la Facultad de Ciencias Agronómicas. Un edificio de tres pisos, diseñado
para el trabajo por gravedad, y alrededor de 27 hectáreas de viñedos han
permitido continuar esta historia, con un propósito particular en la docen-
cia, la investigación vitivinícola y enológica, y la tradición.
“Nuestros destilados tienen una calidad sobresaliente, ya que están hechos
de productos naturales orgánicos. Todas las aguardientes que se enveje-
cen van en barricas de roble francés y otras en maderas de encina que se
caracterizan por ser muy ricas en taninos, lo que le da sabores y aromas
especiales a los alcoholes, además de ser muy porosas, lo que permite que
los licores capten muy bien todas estas características”, cuenta Santiago
Simonet, jefe enólogo de la Bodega.
El presente de la
bodega de destilados
más antigua del país
POR MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
FOTOS FELIPE POGA