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P.P. / Nº4 2017
LA DIMENSIÓN
DESCONOCIDA
POR ROBERTO ACEITUNO
Nona Fernández nos sorprende de nuevo con su reciente
novela-documental
La dimensión desconocida
. Nos sorprende
menos por lo que relata –a fin de cuentas, es una historia
de-
masiado-conocida
– que por el hecho de contarlo nuevamente.
Hay cosas que es necesario repetir, decía Freud, para que po-
damos verlas de frente.
En este libro todo pareciera ser una investigación periodís-
tica. Pero es, en cierto modo, ficción. Y todo parece ficción,
pero es la inscripción de una historia real (y de muchas his-
torias reales) ocurridas durante la década de los ‘80 en Chile.
Paradojas de la memoria: hay que hacer ficción para poder re-
cuperar la historia real.
La dimensión desconocida
es la
dimen-
sión-demasiado-conocida
de la historia relativamente reciente
de nuestro país; aquella que aún, a pesar de todo, a pesar de
la tendencia denegatoria que puebla este país, sigue dando de
qué hablar. O qué escribir, en este caso.
Digamos al pasar que
La dimensión desconocida
es el título de
una serie de televisión -ay, las series de televisión; eso daría
para una columna entera- que la autora veía, como muchos
de su generación, mientras otras escenas terribles, pero esta
vez reales, ocurrían al mismo tiempo al lado de la casa, en la
calle cercana, durante los toques de queda, cuando las desa-
pariciones se sucedían sin dejar huella.
La historia tremenda de un antiguo funcionario de los apa-
ratos de represión de Pinochet que decide dar una entre-
vista para ventilar las terribles maniobras de la dictadura
–detención, tortura, desapariciones-, es el hilo que con-
duce un relato múltiple, que sirve para mostrar e ins-
cribir la sucesión de hechos siniestros que fueron parte
de nuestra vida hace treinta años o poco más. Y, de
paso, dar cuenta de esa fraternidad, esa amistad sobre-
viviente de quienes por entonces vivían –vivíamos-
una época cruel y que, sin embargo, mantenían esa
humanidad que ahora se vuelve tan lejana y que por
lo mismo requiere ser recuperada de las cenizas que
dejó ese golpe traumático durante tanto tiempo.
Se podría decir y escribir mucho sobre este li-
bro, que lo pienso al pasar como un ayuda-me-
Columna
Decano de la
Facultad de
Ciencias Sociales
Universidad de Chile