Arte en la Chile
Revista de la Facultad de Artes
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EGRESADOS
“Nunca actué, o más bien sí, pero eran
personajes muy chicos. Yo me dediqué a
las escenografías y un día me di cuenta
que sólo quería pintar. Lo decidí cuando
hice los decorados de la obra “Círculo de
tiza caucasiano”. Ahí puse un telón donde
proyecté mis pinturas y me dije: No, estoy
metiendo lo mío en el teatro, no puede ser,
hay que respetar al director”.
En adelante continuó con su trabajo artístico donde destaca la
contingencia histórica. Además, dirigió el MAC entre los años
1971 y 1972 con el objetivo de “apoyar el gobierno popular”,
cuenta Núñez, quien asegura que “todas las exposiciones que
se hicieron eran por lo mismo”. No obstante, el destino le jugó
una mala pasada y en 1974 fue detenido y torturado por los
militares, para luego ser exiliado a Francia por doce años. Pero
su obra no se pudo silenciar y el autor de la muestra
Printuras
- Exculturas
tampoco.
Desde su regreso a Chile ha obtenido innumerables premios y
ahora último el MAC celebró sus 85 años con una retrospecti-
va. Situación que lo hace asegurar que su paso por “la Escue-
la fue fantástico. No me enseñaron nada, pero aprendí por mí
cuenta y con mis compañeros”.
Guillermo Núñez:
Por Damaris Torres
“Para mí la Escuela
fue fantástica”
E
ntró a la Universidad de Chile en 1949 a estudiar Teatro
a la Facultad de Ciencias y Artes Musicales, y Pintura
en la Escuela de Bellas Artes, dos carreras que le fasci-
naban desde la secundaria, pero que sin embargo se transfor-
maron en una experiencia dulce y agraz.
De lo último, porque se encontró con unos profesores que no
realizaban clases formales ni los ayudaban como ellos espera-
ban. Por lo tanto, fundó el Grupo de Estudiantes Plásticos junto
a José Balmes, Gracia Barrios, Eduardo Martínez Bonatti, entre
otros, para manifestar el descontento con la formación que se
les entregaba.
De dulce, porque con esa agrupación aprendieron entre ellos
y, así, palearon la falta pedagógica. “Nos contábamos cuando
alguien descubría un libro. También conversábamos y discu-
tíamos en el casino, lugar que se convirtió en uno de los más
importante de la Escuela de Bellas Artes”, sostiene el Premio
Nacional de Artes Plásticas 2007, Guillermo Núñez, en una de
las salas del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) donde pre-
sentó, hasta el 28 de junio, la muestra
Núñez 85. Dibujar con
sangre en el ojo
.
Todos estos acontecimientos hicieron que en 1952 se integrara
como académico de escenografía y vestuario en la Escuela de
Teatro. “Yo era un cabro chico, tenía como 20 años, pero creo
que siendo profesor aprendí mucho más que cuando era es-
tudiante”, afirma riendo. Y agrega: “Ahí sucedía lo mismo que
en Bellas Artes, nadie estructuraba las clases, así que hice un
programa y enseñé la materia por partes”. Pero luego de un
tiempo no quiso hacer nada más al respecto.