Con mucha alegría he visto el último
número de El Paracaídas, dedicado a
Gabriela Mistral. Creo que ha sido el
más justo y bello de los homenajes es-
critos que se publicaran en conmemo-
ración de los 70 años de la obtención
del Premio Nobel de Literatura.
La revista muestra distintas visiones
sobre la poeta: el artículo de Grínor
Rojo cuestionando su figura de mu-
jer devota y despechada por sobre la
poeta, o la relación expuesta por Da-
miela Eltit en relación a su figura y
las paradojas, así como los relatos del
escandinavo galardón y de su deceso,
permiten intercalar el análisis crítico
de su figura con antecedentes histó-
ricos que ya son propios de la identi-
dad nacional, acompañado de muchas
imágenes desconocidas por gran parte
de los chilenos.
Mis felicitaciones y agradecimiento
por lo realizado, es de esperar otros
números como éste.
Alberto Larraín
Director Ejectutivo Fundación ProCultura
Alumno Programa Doctorado Salud Pú-
blica y Psiquiatría, Universidad de Chile.
RÉPLICAS
El Paracaídas debe su nombre al aterrizaje realizado en 1981 por el entonces rector designado General Alejandro
Medina Lois sobre el Campus Antumapu de la Universidad de Chile, en el marco de la semana mechona de ese
año. El lanzamiento en paracaídas de Medina Lois sucedió semanas después de que esta casa de estudios fuera
despojada de sus sedes regionales y del Instituto Pedagógico.