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El Paracaídas / Nº 13 / Diciembre 2015 - Enero 2016
capacidad para producir tanta leche. Sin embargo, aprovecha-
mos la oportunidad política para instalar la discusión. Incluso,
nos reuníamos con el Presidente en su casa de Tomás Moro
para hablar del tema.
¿Ese clima político permitió la creación del INTA?
- Era muy difícil crear en esos años un instituto en la Universi-
dad de Chile, que tiene una estructura muy convencional. Así
que gracias a mi hermano sacerdote nos “tomamos” un recinto
de una congregación salesiana, que tenía un edificio abandona-
do en Macul por falta de vocaciones sacerdotales. Un dirigente
de la población El Cobre, ubicada detrás del edificio, nos ayu-
dó. El “comandante Pepe”del MIR amenazó, concertadamente
con nosotros, con tomarse el sitio y ahí los salesianos prefirieron
que nosotros lo ocupáramos. Luego se oficializó el traspaso a la
Universidad. Nos aprovechamos en parte del caos de la época
entre el fin de la Unidad Popular y el comienzo de la dictadura.
GENES AHORRADORES
En dictadura y como director del INTA, el doctor Mönckeberg
fue el vocero de los decanos que promovieron la destitución del
ex rector José Luis Federici. “Esa designación fue un gran error
de Pinochet. Era un anti-rector”, dice al rememorar ese conflic-
to. Hoy considera ese episodio como una gran acción para sal-
var a la Universidad de su aniquilación, tal como en perspectiva
analiza el impacto del fin de la desnutrición en el país. “Tene-
mos una mortalidad infantil más baja que la de Estados Unidos.
Tenemos una expectativa de vida de 82 años. Estos indicadores
los relaciono mucho con haber mejorado la nutrición en los pri-
meros periodos de la vida. Eso significó tener chilenos nuevos,
que han podido expresar nuestro potencial genético. Sólo una
muestra: hoy los hijos son más altos que los padres”, explica.
¿Y eso se debe también al fuerte sistema público de salud de
esos años? ¿Qué opinión le merece la privatización de la salud?
- No me importa tanto quién sea el proveedor de salud; me
interesan los indicadores en salud. Por ejemplo, el 100 por
ciento de los partos está siendo atendido por especialistas y
eso es muy bueno.
Al superar la desnutrición tenemos enfermedades nuevas,
como la obesidad, diabetes, entre otras…
- Justamente. Mis amigos me dicen “oye, se te pasó la mano,
tanto fregaste con la desnutrición que ahora son obesos”. Creo
que tienen cierta razón. Llegamos a una epidemia de obesi-
dad. Pero ¿por qué ocurre esto? Primero, es muy raro que
aparezca una epidemia. En el pasado la obesidad era una cosa
absolutamente excepcional. Sin embargo, hay que aclarar que
es una obesidad de los pobres, pues la mayor frecuencia de la
obesidad se produce en la población de bajos ingresos.
¿Ocurre por la mala calidad de la alimentación?
- No. Creo que es secuela del mecanismo adaptativo del
ser humano.
¿Cómo se explica eso?
- Cuando un organismo infantil es desnutrido, se producen una
serie de modificaciones metabólicas tendientes a sobrevivir. Co-
mienza a generarse una mayor proporción de genes ahorradores,
baja el metabolismo basal, baja el consumo energético, baja las
división de las células, baja la multiplicación de ellas y se prolon-
ga la vida mediante las proteínas y se sobrevive. Los más graves
mueren. Los intermedios fijan el gasto calórico a un nivel muy
bajo en los primeros años y eso persiste por el resto de la vida,
hasta la muerte ¿Qué sucedió? Fue una adaptación de la espe-
cie para sobrevivir en condiciones adversas que se expresa en los
genes ahorradores. Entonces, esta nueva generación de chilenos
siguió con la predominancia de genes ahorradores por sobre los
genes dispendiosos, si se pueden llamar así. No queda otra cosa
que acumular grasas y esto es transgeneracional. ¿Qué quiero de-
cir con esto? Que cuando comenzaron a nacer chilenos no daña-
dos por la desnutrición, que no tuvieron que ahorrar, apareció la
obesidad y van a pasar dos o tres generaciones en que la obesidad
“En Chile la obesidad desaparecerá sola, porque hay una nueva
generación de chilenos que está naciendo”