CUERPOS FLOTAN
Por Rodrigo Karmy B.*
C
omencemos por un film: Gravi-
ty del director Alfonso Cuarón
(2013) no es una película acerca
del espacio exterior, sino una agu-
da reflexión acerca de nuestro presente.
Nuestro mundo es caracterizado en la
figura de la órbita terrestre sobre la que
se dispersan las diferentes bases espacia-
les que, como verdaderos archipiélagos,
flotan sobre la tierra. Los cuerpos flotan
en el espacio del mismo modo que los
cuerpos de los refugiados flotan en el mar
mediterráneo. Así, la protagonista, Ryan
Stone, que lleva algo monstruoso en sí
misma, tan solo flota en el espacio in-
tentando, como una refugiada de nuestro
tiempo,alcanzar las diferentes bases espa-
ciales que circundan el globo terrestre.
Como los refugiados que van de balsa en
balsa, de
checkpoint
a
checkpoint
, la prota-
gonista flota de base en base. El secreto
de cada base consiste en que en ellas no
existe un simple “medio ambiente” apto
para vivir, sino un mundo necesario para
habitar. Entre el vacío del espacio y la po-
sibilidad del mundo, entre un cuerpo que
flota y una vida que habita, la protagonis-
ta pugna por aterrizar y dedica sus esfuer-
zos a restituir el habitar del que nuestra
época nos ha privado. Por eso, el film de
Cuarón no es un simple relato de la vida
en el espacio exterior, sino la apuesta por
la que, quizás, sea la única y más radical
tarea política de nuestro tiempo: la resti-
tución del habitar.
Sin embargo, Ryan no vuelve a la tierra
para habitar sus antiguas formas. Éstas
se hallan destruidas, acabadas. Ryan es la
verdadera refugiada de nuestro tiempo,
aquella que ha sido despojada de su ha-
bitar y que, sin embargo, lo restituye en
su caminar.
Un refugiado podría ser definido como
aquel a quien se le ha privado de habitar.
Si habitar designa la relación inmanente
entre vida y mundo (en la que la diferen-
cia entre naturaleza y cultura ya no tiene
sentido), entonces nuestra época es la de
su destrucción radical. Privado de una
vida común, flotando de orilla en orilla, el
refugiado se erige en la cifra a través de la
cual contemplamos nuestro presente.
Una vez el mundo fue articulado por una
isla; hoy se disemina enmúltiples archipié-
lagos.Elpaso entre la isla y el archipiélago
marca el tránsito desde una forma imperial
a otra: de una forma articulada en base al
nómos
(ley estructurante) estatal-nacional,
hacia otra forma que, subsumiendo a la
anterior, se despliega en un
nómos
econó-
mico-gestional. No se trata de la sustitu-
ción de uno por otro,sino de la subsunción
del primero en el horizonte del segundo.
Si el primero terminó por situar a Gran
Bretaña bajo el eje metrópolis v/s colonias,
después de la Segunda Guerra Mundial,
fueron los
EE.UU. los que gestaron la
arquitectura del nuevo
nómos
económi-
co-gestional cambiando el eje “metrópolis
v/s colonias” por el de “integrados v/s no
integrados” por el cual el globo se frag-
menta en múltiples archipiélagos.
En este contexto, experimentamos un
cambio en lo que a las guerras se refie-
re: la guerra moderna, da paso a la gue-
rra gestional de corte global en la que los
ejércitos operan como policías, los esta-
dos se subsumen a los bancos y la política
se somete a los dictámenes de la econo-
mía. Será en el despliegue de la guerra
gestional de corte global donde las islas
implosionan volviéndose precarios archi-
piélagos sobre los que, diariamente, miles
de refugiados apenas transitan.
La diferencia entre la isla y el archipiélago
resulta central cuando se trata del mundo
árabe: bajo el reino de la isla se estructuran
las fronteras estatal-nacionales de la región
en los célebres acuerdos de Sykes-Picot,
firmados en secreto por los plenipotencia-
rios Mark Sykes y François Picot en 1916,
y por los cuales Gran Bretaña y Francia
se repartían Medio Oriente. Si bien los
acuerdos de Sykes-Picot impedían la inde-
pendencia de los países árabes, la impug-
nación de las revueltas de esos años obligó
a las potencias a cederla. Y no obstante el
progresivo reconocimiento de sus respec-
tivas independencias, se mantuvo intacto
el
nómos
estatal-nacional trazado por el se-
creto acuerdo imperial y que en virtud de
la transformación del
nómos
imperial, ha
comenzado a mostrar su caducidad.
*Investigador. Centro de Estudios Árabes, Universidad de Chile.
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El Paracaídas / Nº 12 / Octubre - Noviembre 2015