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publica un análisis de 42 supernovas lejanas y las combina
nuevamente con las supernova del Calán-Tololo. Y concluye
lo mismo, que el universo se está acelerando. El resultado ha
sido tan revolucionario que unos años después, el 2011, la
Academia de Ciencias de Suecia decidió galardonar con el
Nobel a los dos equipos que habían trabajado en este experi-
mento. Lo que yo siento con orgullo y satisfacción es que la
mitad de esos datos que condujeron al descubrimiento de la
aceleración del universo fueron aportados por el Calán-To-
lolo. Un trabajo realizado en parte con gente del Tololo y de
la Universidad de Chile y con financiamiento de Fondecyt.
¿Por qué, si esos datos fueron obtenidos por ustedes, no re-
cibieron el Nobel?
-Porque la Real Academia de Ciencias de Suecia decidió que
le iba a otorgar el Premio Nobel a los dos proyectos que ha-
bían descubierto las supernovas lejanas. Ahora, uno lo puede
discutir o no, que a pesar de que el Calán-Tololo aportó la
mitad de los datos, ellos decidieron darle el Nobel a quienes
habían hecho el descubrimiento sobre la base de las super-
novas lejanas. No obstante que con las supernovas lejanas
solamente no habrían hecho el descubrimiento, necesitaban
las supernovas cercanas. Así que ese fue el criterio. Cada uno
puede sacar sus propias conclusiones.
Ese “algo” que acelera el universo, ¿qué es?
-Como no sabemos lo que es, tenemos una manera compacta
de resumir nuestra ignorancia, que llamamos energía oscura.
¿Y qué significa esa energía oscura?
-Lo que no sabemos. Lo que produce la aceleración del uni-
verso. Y desde que se descubrió la aceleración del universo,
los físicos teóricos se han estado rascando la cabeza muchí-
simo tratando de buscar modelos en base a distintos con-
ceptos bien sofisticados para explicar esta energía oscura. En
17 años se han medido muchas más supernovas. La muestra
Por lo tanto puedes ir viendo cómo va cambiando la tasa de
expansión del universo si eres capaz de cubrir un amplio ran-
go de distancia- asegura.
El grupo de trabajo Cerro Calan-Tololo hizo el trabajo de
calibrar las supernova y medir las más cercanas. Cuando la
labor ya estaba por concluir, en 1994, Brian Schmitt deci-
dió iniciar la investigación Calán-Tololo 2.0, que consistió
en la búsqueda de las supernovas lejanas. Para eso, consi-
guió tiempo en el telescopio de cuatro metros del Tololo,
dotado de detectores digitales súper sensibles, y armó los
equipos de trabajo. Entre ellos estaban nuevamente José
Maza y Mario Hamuy.
-Empezamos a encontrar supernovas regularmente desde el
año ‘95 en adelante. El ’98, ya con una docena de superno-
vas lejanas, más las 30 supernovas cercanas del Calan-Tololo,
la conclusión de ese experimento fue que el universo en vez
de frenarse, como decía Einstein, cada vez se expande más
rápido. Eso implica que tiene que haber algo adicional a la
gravedad, algo adicional a la atracción que ejercen las galaxias
entre sí, que lo que uno esperaría es que frenara la expansión
del universo. Y sin embargo, hay algo, una sustancia extraña,
que hace que el universo cada vez se expanda más rápido-
dice Hamuy.
Las supernovas lejanas que encontró el equipo de Brian Sch-
mitt en 1998 estaban un 20 por ciento más lejos de lo que les
correspondía. Eso, explica Hamuy, es porque “algo las alejó
mientras la luz viajaba desde allá hasta acá”.
A eso, asegura, se le llama la aceleración del universo.
-Algo puso esa supernova más lejos de lo que le correspon-
día. El otro equipo que paralelamente hizo las mediciones
fue el del laboratorio de Berkeley, que también en el año’ 98
“El desafío que tiene la Universidad de Chile es mantenerse siendo un bastión
del pensamiento crítico, de la razón, para construir un país mejor”.