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Pautas Éticas de Investigación en Sujetos Humanos: Nuevas Perspectivas
determinantes de la salud y las inequidades que los subyacen. Si lo pienso, veo a este
Programa contribuyendo al debate y a la conceptualización de esta cuarta etapa. Seguro
que el Dr. Lolas les hablará más acerca de la naturaleza de nuestra cooperación técnica y
de lo que consideramos sus principales componentes: nuestro hincapié en el trabajo con los
países y acerca de cómo hemos tratado de codificar las diversas modalidades de ese trabajo.
Quisiera que hoy y mañana piensen en dos planos: cómo pueden asesorar al Programa
en función de la cooperación técnica en áreas específicas y cómo pueden asesorar acerca
de la dirección del pensamiento colectivo que debe ocurrir en la Región en áreas importantes
que no necesariamente se traducen en cooperación técnica con países.
Reitero que yo he puesto énfasis en dos valores fundamentales para esta Organización.
Ellos guiarán nuestro pensamiento durante los próximos cuatro años, si no más: La equidad
y el enfoque panamericano. Ambos tienen connotaciones éticas. La noción de la equidad
ha preocupado a los filósofos desde hace mucho tiempo. Todavía vuelvo a leer la ética de
Aristóteles, que aún forma gran parte de mi pensamiento en este campo particular. El
asunto ético no es que haya desigualdades, sino que cuáles de ellas son injustas, desde un
punto de vista moral y social. La Declaración de los Estados Unidos sobre los Derechos y
Deberes del Hombre habla del derecho de cada persona a tener acceso a aquellas medidas
sanitarias y sociales que asegurarán, protegerán y promoverán su salud. Pero Aristóteles
siempre señaló que esto tiene que verse dentro de los límites de lo que son los recursos
disponibles a nivel del Estado y es obvio que en su línea de pensamiento estaba contemplada
una función preponderante para un Estado benefactor. Hemos adoptado un enfoque muy
prosaico sobre este asunto de la equidad y estamos tratando de identificar aquellas brechas
que sabemos pueden reducirse con la tecnología y recursos disponibles.
Ahora, después de muchos años, puedo resolver algunos de los conflictos internos
que me producía la lectura de Mill. Mi pensamiento ahora tiende más hacia una postura
igualitaria que una utilitaria. Aunque me doy cuenta de que en este mundo imperfecto
siempre habrá un equilibrio entre la posición utilitaria y la igualitaria. Mi inclinación
hacia la igualitaria me ha llevado a poner énfasis en el desarrollo de datos desagregados en
la OPS. Porque mi opinión es que las descripciones usuales de promedios nacionales son
esencialmente utilitarias, y en nuestra área de la salud pública tenemos que poder determinar
dónde residen las desigualdades antes de hablar de inequidades.
La agrupación de datos en grupos y poblaciones, nos inhibe de ser más igualitarios
que utilitarios. Por consiguiente, cuando creé el Programa Especial para el Análisis de
Salud, puse énfasis en mi compromiso de centrarnos en el desarrollo de información, o la
capacidad de desarrollo de información que nos permita discriminar dónde se encuentran
las desigualdades. También hice esto basándome en mi pensamiento filosófico de que debe
haber una preponderancia del enfoque igualitario sobre el enfoque utilitario en los asuntos
fundamentales de la salud pública.
Recientemente estuve en una reunión regional en Santiago, en la que se discutió
cómo el sistema de las Naciones Unidas podía coordinar mejor sus actividades, y cuando
se les preguntó a los diversos organismos cuál sería en su opinión el problema más grave
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