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El Paracaídas / Nº 13 / Diciembre 2015 - Enero 2016
LA CHILE, UN MUNDO CUICO
Iba en primero o segundo medio cuando se puso a revisar fo-
lletería sobre la oferta académica de la U. de Chile. “Era una
de esas hojas gigantes donde están todas las carreras y Admi-
nistración Pública era la única que tenía un color diferente.
La vi por eso primero, leí el perfil y sentí que encajaba con lo
que yo quería hacer para la vida. La Chile era obviamente mi
opción favorita”.
Estudió con beca y siempre trabajó para pagarse la matrícu-
la. “Tenía la Bicentenario y la Equidad de la Chile, además
de beca de alimentación y mantención. No tengo nada que
pagar”, dice. En el INAP vivió un mundo parecido al suyo
porque casi todos sus compañeros estudiaban con beca o cré-
dito. No le pasó lo mismo con el resto de la Universidad. “La
Chile es muy cuica, las tasas de elitización son muy altas. En
el colectivo no lo caché altiro, era como ‘ah, la universidad
es cuica, la gente de los colectivos es cuica’. No fue algo que
pensé más”.
Y ahí está hoy Rojas, a la cabeza de este “mundo cuico”, lide-
rando la federación de estudiantes más antigua e importante
del país. La espera un año en que no sólo el escenario del país
se viene complejo. Con la FECh sorteando uno de sus perío-
dos de más baja participación en la historia, y en medio de
una evidente dispersión de los estudiantes, que se reveló en las
ocho listas de izquierda y una de derecha que se presentaron a
las elecciones de este año, el panorama interno no parece fácil.
“A nivel de la FECh como organización hay que aumentar
la participación y cambiar el estatuto, son cosas que van de
la mano. Es una cuestión que hay que sentarse a pensar y
que toma tiempo, y no tenemos todo el tiempo del mundo
para ponernos a repensar la organización. Pero sí es necesario
hacerlo”, afirma.
Las aguas tampoco parecen calmas en otros ámbitos de la
Universidad. El debate por la reforma de estatutos ha abier-
to un territorio de encendidos encuentros y la presidenta
de la FECh, quien ha vivido este proceso desde el Senado
Universitario, ha sentido con fuerza el embate de una frac-
ción de la Universidad.
“La discusión de los estatutos ha estado centrada sólo en la
triestamentalidad, si hay cogobierno universitario o no, pero
la reforma de estatutos es más que eso. Creo que hay una re-
sistencia al cambio. Y en verdad, creo que un cogobierno no
cambiaría tanto la Universidad. Cuando hubo triestamenta-
lidad salió Boeninger en la Chile, o sea, tampoco es que haya
salido un gran revolucionario. Pero hay académicos que lo
ponen en términos de que se va a destruir la Universidad. Los
sectores más reaccionarios apuntan a eso”, señala, y asegura
que es momento de que los estudiantes zanjen una postura al
respecto y ganen terreno en esta discusión.
En pleno Paseo Ahumada, tras un enorme lienzo y acom-
pañada de sus pares de la Confech, Camila Rojas avanza
abriéndose paso entre la prensa y cientos de transeúntes que
se detienen a mirar. Tras ella hay miles de estudiantes. En-
tonces marcha, grita, se detiene ante las cámaras y vuelve a
avanzar. Se pierde en el tumulto. Hace mucho calor en San-
tiago. Si tiene suerte, mañana viajará a San Antonio a pasar
la Navidad con su familia.
“A nivel de la FECh como organización hay que aumentar la participación
y cambiar el estatuto, son cosas que van de la mano. Es una cuestión que
hay que sentarse a pensar y que toma tiempo”, dice Rojas.