les son los criterios? ¿Están comprometi-
dos con los
DD.HH.? Es impresentable,
esto no pasaría en ninguna otra parte del
mundo.Amí en Canadá la gente me co-
noce mucho y en el Congreso la gente se
ha parado a aplaudir, no a mí, sino a la
lucha que yo encarno: la lucha de todas
las víctimas por la democracia, la verdad,
la justicia. Porque si ahora la gente puede
gozar de todas las pequeñas libertades,
es gracias a esa gente que cayó luchando,
que dio su vida por un ideal.
Este país no sólo te victimizó –hablo
de ti, pero me refiero a todas las vícti-
mas también- sino que te revictimiza
constantemente. Todos los días.
-Sí. Por ejemplo, cuando estuve en la
Cámara de Diputados en la comisión
de
DD.HH.tenía ganas de arrancar y
de llorar, al ver cómo la gente entraba
y salía, la poca seriedad y después la
gente de la UDI que se oponía a unas
reparaciones miserables. Eso es una re-
victimización, hace perder la esperanza
en la humanidad, en que una sociedad
como Chile vaya a salir adelante, de
que vuelva a los valores que deben sus-
tentar una democracia. Aquí estamos
con puros valores de mercado. Hay va-
lores más trascendentes que esos y para
las futuras generaciones estamos dan-
do muy malas señales. Eso me asusta.
EL HOMBRE MÁS CRUEL
¿Cómo recibiste la noticia de la muer-
te del Mamo Contreras?
-Con sentimientos encontrados. Por
una parte me quedé con la gran frus-
tración de quién paga los 500 años que
el Mamo no paga por estar muerto.
El Mamo no es un loquito de Esta-
dos Unidos que mata con metralleta
a muchos estudiantes; es un empleado
público de las Fuerzas Armadas que
respondía a Pinochet y a la dictadura
cívico-militar. Por lo tanto se muere el
Mamo, pero con el Mamo no se pier-
de la información que tiene el Ejército.
Ellos tienen toda la información y no
la han querido entregar. El Mamo es
quizás el hombre más cruel que la hu-
manidad ha conocido, pero era un em-
pleado más de las
FF.AA.; era la cabe-
cilla, pero hay muchas otras cabecillas.
Desconfío de esa frase del gobierno que
decía que cuando el Mamo se muere,
se lleva a la tumba secretos. Las vícti-
mas, como dijo Carmen Hertz, nunca
esperamos nada del Mamo. Sabemos
cómo es, murió con su conciencia sucia
y lleno de crímenes en su espalda. Pero
esa información está. Mi caso lo de-
muestra. Aparece un conscripto dando
información y diciendo que estaba el
general (Santiago) Sinclair dándoles
las órdenes de cómo debían mentir. A
la semana siguiente se desclasifican los
archivos de la CIA donde aparece que
hasta Pinochet sabía del encubrimien-
to. Las Fuerzas Armadas han mentido
de forma sistemática al pueblo chileno
y a todos los gobiernos. El pueblo y las
víctimas estamos cansados y exigimos
que entreguen toda la información
y que se desmarquen de lo que fue la
dictadura. Es una oportunidad para el
Ejército de decirnos a los chilenos que
ellos realmente creen en la democracia,
están sometidos al poder civil y que es-
tán para proteger a todos los chilenos
y no a una clase política y económica.
¿Por qué hay tanto temor, todavía, de
parte de la clase política sobre todo,
de dejar este secretismo y enfrentar la
verdad de una buena vez?
-Creo que al principio fue temor y des-
pués, no sé, puede haber corrupción,
plata metida
entremedio.Nome atreve-
ría a afirmarlo porque no tengo las he-
rramientas suficientes. Pero lamentaría
mucho que eso fuese así. Por eso valoro
mucho la gente que hoy me pide per-
dón, que se arrepiente. Así como parte
de la derecha ha dicho que los
DD.HH.
no tienen contexto ni justificación al-
guna, pero son palabras. Yo espero que
toda esa gente actúe en consecuencia.
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Nº 10 / Agosto 2015 / El Paracaídas
“No me ha llamado nadie de El Mercurio para entrevistarme. Nadie de
La Tercera o Canal13 me ha llamado. Y eso habla por sí solo”