que podían ser asesinados. Los medios
no sólo difamaron a las víctimas, sino
a sus familiares. Me acuerdo que acu-
saron a los detenidos desaparecidos de
escaparse con otra mujer al extranjero,
denunciaban enfrentamientos entre los
ejectuados políticos y después salía que
era mentira. Todo eso fue una políti-
ca orientada a desinformar, a lavar el
cerebro de muchas personas, que hasta
hoy impera.
¿Lo ves todavía hoy en los medios?
-Sí. Por ejemplo, no me ha llamado
nadie de El Mercurio para entrevis-
tarme. Nadie de La Tercera o Ca-
nal13 me ha llamado. Y eso habla
por sí solo. Yo desde que llegué estoy
acusando su responsabilidad política
institucional, incluso jurídica, ante
todos los crímenes de lesa humani-
dad ocurridos en dictadura.
La derecha ha hablado de “contextos”;
todavía hay gente que se resiste a estas
verdades. ¿Cómo ves, sin embargo, a
la izquierda respecto al tema de Dere-
chos Humanos?
-Si hablamos de la izquierda concerta-
cionista yo creo que han sido bastante
temerosos. Los primeros años podían
hablar de temor, cuando hubo boinazo.
Pienso que no confiaron en el pueblo
que quería democracia, verdad, justicia,
y era el momento. Los
DD.HH. fueron
una carta de negociación con la derecha
política y el Ejército para mantener el
modelo. Por supuesto que no estamos
igual que en dictadura, tenemos liber-
tades, pero en térmimos del modelo
neoliberal es lo mismo. En el Informe
de Verdad y Reconciliación, mi caso
apenas se pronuncia, dicen que aún los
incidentes son confusos, sale el nombre
de Rodrigo y no sale mi nombre. En
el de Presos Políticos y Tortura, Infor-
me Valech 1 y 2 hay un secreto de no
informar en 50 años, entonces yo me
pregunto, ¿ese secreto a quién protege,
a las víctimas? Yo creo que a muy pocas,
y que todas las víctimas están dispues-
tas a que se tachen sus nombres y que
los antecedentes salgan. A nadie se nos
preguntó esto de los 50 años. Se está
protegiendo a altos mandos del Ejército
y a personas civiles que desconocemos.
Hay una responsabilidad importante
de la Concertación y la Nueva Mayoría
en develar toda la verdad y poner la in-
formación a disposición del pueblo, tal
como lo mandatan todos los tratados
internacionales que Chile ha suscrito.
El pueblo tiene derecho a la verdad.
Has dicho que a las víctimas se les ha de-
jado fuera del proceso de construcción
democrática de este país. ¿Cómo ves eso
hoy, cuando en el país se están tratando
de hacer reformas estructurales?
-Las víctimas por mucho tiempo sen-
tíamos que molestábamos en este país,
que no nos tomaban en cuenta, que nos
aislaban. Frei casi no recibió nunca a los
familiares de
DD.DD.Uncaso grotesco:
cuando yo hice la demanda civil contra el
Consejo de Defensa del Estado, el CDE
respondió con los mismos argumentos
de los milicos: que yo me había quemado
sola. Además dijo que yo no tenía daño
moral porque era profesional y me había
casado. Eso fue un golpe al alma mía. Yo
pensaba que en democracia iban a vali-
dar tu experiencia que la dictadura había
negado por tantos años. Ellos tienen un
doble estándar. El otro día estuve en la
Cámara de Diputados acompañando a
Verónica de Negri, estaban también los
presos políticos exhibiendo sus deman-
das. Y era una falta de respeto: la gente
se paraba y solamente a la hora de votar
la parte monetaria aparecían. Se está hu-
millando a las víctimas con estas migajas
que están dando. Hubo un daño mayor
que no solamente te afecta a ti, sino a tu
generación. Mis dos hijas tienen miedo
de que a mí ahora me maten. Así es el
nivel de daño. Y los militares asesinos si-
guen con sus grados, con pensiones que
bordean los dos millones de pesos. ¿Cuá-
“La riqueza de Ponce Lerou y muchos otros está manchada
con sangre de toda la gente que murió, desapareció, fue
torturada. Ellos nunca han respondido frente a la justicia”
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El Paracaídas / Nº 10 / Agosto 2015