El otro proyecto, la ampliación del taller
de Roberto Dávila, quien había traba-
jado con Le Corbusier en Paris, está
siendo aún rastreado, dice Terán. “No
sabemos si esa ampliación se hizo y ya
no está la casa original de Dávila en el
sector poniente de Santiago”, explica.
Dávila y Le Corbusier fueron grandes
amigos: cuando diseñaba el hotel Cap
Ducal de Viña, Dávila mantuvo mucha
correspondencia con el francés, que le
opinaba sobre el edificio.
Para Mario Teran, la gran importan-
cia de Le Corbusier radica en cómo
cambió el foco de la arquitectura ha-
cia las personas, porque fue un gran
pensador y crítico de la ciudad. “Su
pensamiento urbano tiene una con-
notación esencial que es la ciudad al
servicio del hombre”, dice, algo que
actualmente se ha perdido.
-Hoy día la concepción urbana ha ido
poniendo acento en una manera de
entender la ciudad como un artefacto
productor de riqueza, de capital, de
una serie de connotaciones distintas a
lo que estaba planteado en el moder-
nismo, que era la ciudad al servicio de
una vida con un estándar de cierta cali-
dad. Define cosas muy sencillas, como
la vista, el contacto con la naturaleza, el
aire. Cosas increíbles- explica.
Todo lo contrario a lo que tenemos
hoy, cree Terán. Cuando el foco se
desvió de los habitantes, se genera-
ron todos los elementos negativos
que actualmente vemos en Santiago.
Le Corbusier “tenía postulados muy
sencillos que hoy día son como de pe-
rogrullo pero que Santiago no cumple
ninguno. Por ejemplo, decía que los
niños tenían que ir caminando a sus
colegios”, asegura.
Lawner, que se reconoce gran admira-
dor del francés como arquitecto, cree
sin embargo que las propuestas de Le
Corbusier en el plano del urbanismo
no eran buenas ni realistas para nuestra
capital. Las ideas que planteó para Pa-
ris y otras ciudades eran, según Lawner,
“usar una retroexcavadora, importarle
un bledo el patrimonio arquitectónico
y fundar una ciudad nueva. Imposible,
una utopía absurda. Puede que en esos
años tuviera razón en ser tan arrasado-
ras sus ideas, pero absolutamente im-
posibles de aplicar. Tú no puedes aca-
bar con todo un pasado por capricho o
por ideología. No tiene sentido”.
Para Lawner, el trabajo de Karl Brun-
ner resultó en un buen plano regula-
dor para esta ciudad, “pero Santiago
está arruinado porque lo que pasó en
Chile es que en los últimos 40 años se
acabó la planificación física. Este mo-
delo, que por lo demás se impuso en el
mundo entero, arrasó con todo, se ha-
bría montado encima del que fuera: le
Corbusier, el Papa. El capital, el lucro,
ha sido demasiado poderoso”.
Para Mario Teran, la gran importancia de Le Corbusier radica en cómo cambió el foco de la arquitectura
hacia las personas, porque fue un gran pensador y crítico de la ciudad. “Su pensamiento urbano tiene una
connotación esencial que es la ciudad al servicio del hombre”, dice, algo que actualmente se ha perdido.
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