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El Paracaídas / Nº 6 abril 2015
EDUCACIÓN Y RESPONSABILIDAD
¿Qué pasó con las generaciones más jóvenes, que hicieron
esta re"exión de la que usted hablaba al comienzo, y dijeron
“esto no se hace” en cuanto a la educación? ¿Qué cambió en
Chile o en ellos para levantar esta movilización?
-Bueno, el darse cuenta. No quiere decir que ningún niño
pueda darse cuenta de que hay cosas que no se hacen, no. Es-
tamos diciendo que hay cosas que deben adquirirse. Porque
es muy difícil que pase después. Los jóvenes actualmente se
han dado cuenta de que hay algo que está mal. Pero no saben
bien qué es lo que está mal. Lo que está mal es que el país se
ha erigido como un país mercantil y ha perdido la visión de
la responsabilidad que implica ser ciudadano constructor de
un país democrático.
Se ha desligado también el estudio de la idea de la responsa-
bilidad social. La idea de devolverle algo al país.
-Claro, pero para devolverle algo al país yo tengo que sentir
que el país me ha dado algo. Entonces nos estamos dando
cuenta recién de que el colegio me ha dado muchas cosas,
pero han vivido un tiempo pensando que el país no les ha
dado nada. ¿Cuándo se dio cuenta usted de que el país le
había dado algo?
Cuando entré a la Universidad.
-Cuando entró a la Universidad. Yo en el colegio que estuve
me di cuenta de que el país me estaba dando algo cuando es-
taba en el segundo año de Humanidades, eso sería como sex-
to básico. Porque el colegio me lo fue mostrando. Pienso, qué
bueno que el colegio le enseñe al niño a darse cuenta de que
el país le está entregando algo. Y qué bueno que si no se lo dio
el colegio lo aprenda en la universidad. Pero hay diferencias
en ese sentido. Cuando yo era niño la medicina era gratuita,
la educación era gratuita. Pero no gratuita, sino que era legí-
tima responsabilidad del Estado. Quiere decir que el país me
está dando algo. Si además soy consciente de eso como niño,
resulta que cuando llego a la universidad ya soy consciente
de eso. Tuve que ejercer conciencia. Si el país me deja algo, es
legítimo que yo sienta responsabilidad para devolverle al país
lo que he recibido. Pero después del ’70, por allá por el ’77, ya
no se pensaba en ese sentido, se pensaba de otra manera, en
términos de la competencia, del comercio, otras cosas. En-
tonces los niños no sabían que el país les estaba ofreciendo la
posibilidad de hacer todo lo que ellos deseaban.
¿Qué le parece como va la reforma educacional?
-No puedo hacer un comentario sobre cómo va, pero mien-
tras más se converse, mientras más se re!exione, mientras
más se haga uno cargo de la responsabilidad que tiene un
país con la educación de sus niños, mejor. Y si los jóvenes se
dan cuenta de que hay una responsabilidad social allí, maravi-
lloso. Y esa responsabilidad social viene desde el ser acogido,
cuidado, desde bebé.
Este año se va a discutir la carrera docente. ¿Cuáles son las ma-
terias pendientes en cuanto a la formación de los profesores?
-Los niños se transforman cuando los profesores también.
Aprenden el modo de vivir, el modo de sentir, de re!exio-
nar, de sus mayores. De lo que tienen que preocuparse en
la carrera docente es que los profesores sepan vivir y ense-
ñen a vivir a los niños de la manera que ellos quieren que
los niños vivan. Pero no a través de decirles lo que tienen
que hacer, sino que en la honestidad, el mutuo respeto, la
“Los jóvenes actualmente se han dado cuenta de que hay algo que
está mal. Lo que está mal es que el país se ha erigido como un país
mercantil y ha perdido la visión de la responsabilidad que implica
ser ciudadano constructor de un país democrático”.