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El Paracaídas / Nº 5 enero 2015
-Así como Chile se convirtió en un re-
conocido laboratorio de políticas edu-
cativas de libre mercado, tiene ahora el
potencial de convertirse en un ejemplo
de cómo movimientos sociales pueden
impactar y cambiar sensiblemente la
agenda educacional. Lo digo porque el
movimiento estudiantil de 2006 logró
modificar temas centrales de la edu-
cación en Chile. Por ejemplo, la idea,
como consenso nacional, de confiar en
el mercado en educación fue rota gra-
cias a los estudiantes. Sin embargo, la
consecuencia política de las reformas
que se acordaron después fue sim-
plemente la regulación indirecta del
mercado, manteniendo varios de sus
elementos intactos.
Entonces, la Ley General de Edu-
cación (LGE), aprobada durante el
primer gobierno de la Presidenta Ba-
chelet, controló el mercado más que
ahuyentarlo de la educación...
-Eso es correcto. La Ley General de
Educación -que reemplazó a la LOCE
en el sistema escolar- tiene su potencial
de impacto más relevante en la crea-
ción de la Superintendencia de Educa-
ción y de la Agencia de Calidad de la
Educación, y en el fortalecimiento de
mecanismos compensatorios, como la
Ley de Subvención Escolar Preferen-
cial, que da más recursos vía
voucher
a las escuelas donde asisten los niños
con mayores necesidades socioeducati-
vas. Esto está recién comenzando, en-
tonces en rigor no tenemos evidencia
para decir qué tan significativo ha sido
el efecto de esta agenda.
¿Y la reforma en discusión en el Con-
greso va a alterar esta lógica de merca-
do tan presente hasta hoy?
-Por supuesto. La base del proyecto
de ley que se ha estado discutiendo es,
precisamente, comenzar la desarticula-
ción de algunas dinámicas de mercado
en el sistema escolar chileno. Se está
tratando de inhibir ciertos incentivos
de mercado con distintos significados.
Por ejemplo, en el caso del cobro a las
familias, el copago genera una típica
relación de compra y venta de servicios
y transforma, entonces el derecho a la
educación y la elección de las familias
en un asunto condicionado a la capa-
cidad de pago de los padres. El punto
de la discusión sobre el lucro es, en su
esencia, la pregunta: ¿qué ha ganado
Chile financiando con recursos públi-
cos a proveedores privados con fines de
lucro? Ésa es una pregunta de política,
que no es un tema de preferencias: si
me gustan o no las escuelas con lucro.
La respuesta que tenemos, con la evi-
dencia disponible, es que Chile no ha
obtenido mucho.
¿Y el fin de la selección, el tercer com-
ponente de esta reforma inicial?
-A diferencia del lucro y el copago, el
tema de la selección de estudiantes es
mucho más matizado. Si uno mira la
historia chilena, la selección ha estado
siempre presente en el sistema educa-
cional. Además, casi todos los buenos
sistemas del mundo tienen algunos
mecanismos de selección académi-
ca. Entonces, el proyecto finalmente
aprobado debe distinguir clara y ra-
dicalmente la selección académica de
cualquier otra forma de selección. En
este sentido, las prácticas de selección
basadas en las características de las
familias y de los estudiantes, ya sea
en su comportamiento, confesiones
religiosas o nivel socioeconómico, no
deben existir.
La gran discusión sobre la selección
académica tiene que ver con los liceos
emblemáticos...
-Pero no solo con ellos.
No, pero comúnmente la selección
académica se asocia con los liceos pú-
blicos más conocidos. Incluso, algunos
“El punto de la discusión
sobre el lucro es, en su
esencia, la pregunta:
¿qué ha ganado Chile
financiando con
recursos públicos a
proveedores privados
con fines de lucro? La
respuesta que tenemos,
con la evidencia
disponible, es que Chile
no ha obtenido mucho”.