Arte en la Chile
Revista de la Facultad de Artes
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EGRESADOS
en 1944 y que ha ido completando con diversas donaciones.
“Cuando llegué al museo me encontré con que no había orden
en sus piezas, entonces fue como abrir una bodega en la que
hubo que ir agrupando y creando las colecciones para poder
facilitar la búsqueda y la investigación”, cuenta.
En ese contexto agradece sus estudios en el Departamento
de Teoría de las Artes, pues afirma que le “entrenaron el ojo”
respecto a la forma con la que debe acercarse a las obras.
“La Universidad me permitió ver otras cosas, como analizar y
observar los colores y composiciones. Además, los ramos son
muy entretenidos y me entregó herramientas para aproximarme
al arte popular, poder trabajar en el MAPA y abrir la perspecti-
va”, explica.
Eso está haciendo en la actualidad con la colección que To-
más Lago trajo de China. “Me tiene súper motivada, porque
es un proyecto nuevo y parte de un programa mayor llamado
Artificios
que trabajamos junto con el Archivo Central Andrés
Bello”, explica. En esta labor se están reuniendo los tesoros
patrimoniales de la casa de estudios, “algo muy interesante que
hace que sienta todavía más amor por el MAPA”, describe.
Camila Caris:
Por Damaris Torres
“El Museo de Arte
Popular Americano
ha sido mi gran
escuela”
C
oncentrada en las acuarelas y grabados chinos que
Tomás Lago recopiló en uno de sus viajes a Pekín en
la década de los sesenta, se encuentra Camila Caris,
la Encargada de Colecciones del Museo de Arte Popular Ame-
ricano (MAPA) de la Facultad de Artes desde 2012.
Este recinto cultural, afirma, ha sido su “mejor escuela”. “Mi for-
mación académica tuvo una mirada más Europea. A mí casi no
me enseñaron arte americano, por lo tanto en el MAPA conocí
realmente de qué se trataba y de la importancia que tiene el
arte popular para pensar la cultura latinoamericana”, cuenta la
egresada de la Licenciatura en Artes mención Teoría e Historia
del Arte de la Universidad de Chile.
“En el arte popular se encuentra mucho de la identidad de un
país. Cada una de las piezas refleja cómo somos. Por ejem-
plo en Chile se suele trabajar con líneas más simples y menos
adornos, a diferencia de países andinos o centroamericanos”,
cuenta Caris.
“Durante la pasantía que hice en el MAPA
(2011) conocí la colección y me encantó.
Además, los archivos de Tomás Lago son
sorprendentes, porque en ellos está la
cuna de lo que realmente fue la intelectua-
lidad del arte popular en Chile”, sostiene.
Un año después de aquella experiencia Camila Caris comen-
zó las funciones que hoy la llevan a conocer a cabalidad el
patrimonio que este museo resguarda desde su inauguración