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orría 1976. Un grupo de hombres terminaba de
comer en una oficina del Laboratorio de Foto-
grafía y Microfilm de la Universidad de Chile.
La ocasión era especial: se jubilaba el funcionario
Luis Araya Gómez y sus compañeros lo habían despedido
con un almuerzo. Para inmortalizar el momento, alguien
decidió tomar una fotografía. En ella aparecen once hom-
bres y todos miran o tratan de mirar a la cámara, excepto
uno, que aparece a la derecha y que sin preocuparse de la
señal del fotógrafo, se lleva una taza a los labios mirando
hacia otro lugar.
Esta figura que desentona y que parece escindida de la escena
corresponde, según el reconocido fotógrafo y ex jefe del La-
boratorio, Domingo Ulloa, a un “guatón de la P.P.” o policía
política, un “sapo” designado por los militares al mando de
la Universidad para dar cuenta a sus superiores de cualquier
actitud sospechosa o subversiva, es decir, contraria a la dicta-
dura que asolaba Chile desde 1973.
Su trabajo, como el de todos quienes fueron enviados a infil-
trar distintas unidades de la Universidad de Chile, era man-
tener aguzado el oído cuando sonaba el teléfono y durante
El Laboratorio Fotográfico de la U. de Chile. De izq. a der.: Luis Araya Gómez, Domingo Ulloa (de pie), Manuel Azamora Castro, Ricardo
Valenzuela Meza, Ricardo Alegría, Lisandro Carmona, José Moreno, Ricardo Chandía, Jorge Jiménez, Manuel Alvarado, Luis Gac Carmona.
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