¿Los grupos más progresistas no fue-
ron capaces de ver estos cambios?
La izquierda no supo contener el
neoliberalismo desatado porque buscó
adaptarse y descuidó a las personas, so-
bre todo a los jóvenes. En Inglaterra el
82% de los jóvenes votó para quedarse
en Europa, porque tienen una visión
más contemporánea de la realidad. En
Estados Unidos los jóvenes dieron 10
millones de votos a Bernie Sanders, pero
el Partido Demócrata apoyó a Hillary
Clinton y ahuyentó a toda la juventud.
Al comienzo de la entrevista usted
decía que Internet ha promovido una
comunicación más horizontal, pero
algunos analistas sostienen que las
redes sociales digitales se han conver-
tido en un riesgo para la democracia,
porque crean algunas comunidades
donde sólo se comparten discur-
sos racistas, misóginos o xenófobos.
¿Existe ahí también una explicación
para el triunfo de Trump, a quien in-
cluso lo llamaban el candidato
“troll”
,
porque atacaba con virulencia a sus
contendores?
Hay una responsabilidad muy com-
pleja en ese ámbito. La sociedad civil
-que está en la base del concepto de las
redes sociales digitales- se ha organizado
básicamente por temas. Por ejemplo, si
a mí me interesa el medio ambiente, no
compro diarios, porque esa información
no está en ellos y voy a Internet. Esta or-
ganización de flujo de comunicaciones
por temas ha llevado a un tipo de in-
formación sin jerarquías profesionales.
Entonces, en el contexto de esta falta
de organización conceptual, se crea ma-
terial informativo que sólo tiene la in-
tención de llegar a personas que piensan
igual a mí, promoviendo la intolerancia.
De hecho, según un análisis reciente,
Facebook es la mayor plataforma para
la difusión de noticias falsas.
Claro. Uno de los grandes problemas
actuales es que gran parte de la población
sale del mundo real para ingresar al mun-
do virtual. Por ejemplo, el año pasado en
China, un millón de parejas se casó sin
nunca haberse encontrado antes personal-
mente, sólo habían mantenido contacto
por Internet. Este mundo virtual ha crea-
do una nueva cultura, donde la vida social
ha sido reducida. En Internet es mucho
más fácil hacer circular ilusiones, deseos y
falsedades, porque no hay un mecanismo
de filtro ni control. Por lo mismo, la fun-
ción del periodista se vuelve insustituible
en la sociedad contemporánea.
“El voto por el Brexit y por Trump
viene de personas que han sido
marginadas, precarizadas y castigadas por el exceso neoliberal”.
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P.P. / Nº4 2017