A
una semana de haber asumido en el Servicio de Sa-
lud Metropolitano Norte (SSMO), el doctor Luis
Lefio citó a su oficina al director del Hospital Psi-
quiátrico, Enrique Cancec Iturra, para notificarlo de
que su convenio de Alta Dirección Pública no sería renovado.
“Él no contaba con mi confianza”, dice el Dr. Lefio para expli-
car su rápida decisión.
Lefio actuó motivado por la denuncia que interpuso ante la jus-
ticia la Asociación de Médicos del Hospital Psiquiátrico (ASO-
MED), cuando Cancec hizo ingresar a un niño de 11 años a
un pabellón de la Unidad de Adolescentes Infractores de Ley
para aleccionarlo y también “por otras problemáticas de dinero,
bastante más difíciles de rastrear, que afectaban la imagen de él
como director, y la lógica de transparencia y probidad”, apunta.
Lefio habla de una supuesta “situación contractual incompatible
con su cargo”.
El tema parece incomodar al jefe del SSMO. Lefio se cuida en
sus respuestas y sabe muy poco de Cancec como para haberlo
despojado de su puesto con tanta eficacia. Desconoce si era psi-
quiatra o no, tampoco sabe de sus vinculaciones políticas, ni de
su pasado –ampliamente difundido entre funcionarios, profesio-
nales no médicos y médicos del sector–, ni sobre su administra-
ción del Psiquiátrico. Lefio dice que no puede contar “nada hacia
atrás” sobre el Hospital y se extiende hablando sobre proyectos
futuros, haciendo a un lado a Cancec del repertorio.
EL CASTIGO
Un video muestra a un niño ajeno al Hospital caminando
por la Unidad de Adolescentes Infractores de Ley. Esos 15
minutos de paseo, apenas una vuelta por el lugar, generaron
un importante revuelo entre los funcionarios.
Gabriela Farías, asistente social del Hospital Psiquiátrico y
dirigente de la Fenpruss, cuenta que como asociación eleva-
ron una solicitud a la Dirección del Servicio para que se rea-
lizara una investigación sumaria respecto a la situación, que
les parecía grave. “Para nosotros era serio por la vulneración
de los derechos del niño que habían llevado y de los niños
que estaban en la unidad, que fueron mostrados como algo
negativo”, cuenta. “Nunca tuvimos respuestas, eso quedó en
nada”, agrega Farías.
Los profesionales agrupados en Fenpruss no fueron los úni-
cos en exigir explicaciones. Los médicos del Psiquiátrico
miembros de ASOMED fueron más allá y denunciaron a
Cancec por “graves irregularidades” ante el 3° Juzgado de Ga-
rantía de Santiago y salieron alertando de lo ocurrido en los
medios de comunicación. El Mercurio informó que Cancec
habría reunido a los funcionarios del recinto, a quienes expli-
có que solo quiso “hacer pasar un susto” al niño. Otra versión
dio Cancec a los periodistas, a quienes aseguró que los he-
chos denunciados eran falsos y que desconocía totalmente la
indagatoria de la justicia.
En el sitio web del Poder Judicial consta que la denuncia con-
tra Cancec fue cerrada sin investigar. Consultada la Fiscalía
Centro Norte, a cargo de la causa, señalan que solicitaron
antecedentes del caso a la 48° Comisaría de la Familia. En-
tre éstos se consigna una declaración de la madre del menor,
Vivian Castillo Fernández, quien señaló que ella autorizó la
decisión del director del Hospital respecto del ingreso de su
23
Nº 5 enero 2015 / El Paracaídas