Palabra Pública - N°11 2018 - Universidad de Chile

las pesadumbres mensuales. El consumo nos distra- jo. Había una generación de chilenos que necesitaba descansar de un agobio psíquico sostenido y otra generación que se criaba en una democracia desa- brida cuya propuesta de “reconciliación” significaba aceptar que el general Pinochet –el mismo responsa- ble de tanta tortura, de tanta desaparición- asumiera como senador en el Congreso. Ese era el extremo. ¿Cómo podía cundir en esas circunstancias el orgu- llo por el 5 de octubre? ¿Cómo era posible que la fe- cha se transformara en un hito también para los más jóvenes, los que venían? ¿Quiénes habían sido los protagonistas reales más allá de la franja televisiva? Es muy probable que para muchos de los jóvenes que se movilizaron como estudiantes en 2006 y luego en 2011, el 5 de octubre sea una fecha que sólo evoque una película: aquella en la que Chile comienza a recuperar la democracia gracias a un spot de televisión. Un proceso largo y agotador que sumó miles de voluntades, que costó vidas, quedó resumido en el personaje de Gael García en la pe- lícula “No”. Un publicista sobre un skate que creó un jingle efectivo. ¿Cómo fue que una ficción tomó el lugar de una historia real? ¿Cómo fue que la gran obra que difundió un proceso como el de la oposi- ción a la dictadura acabara en esa síntesis? Creo que eso se debe principalmente a que la fecha fue jibari- zada durante tres décadas de democracia, frivolizada por la satisfacción de quienes estaban en el poder, hasta acabar arrinconándola en el sitio en donde se mantiene lo irrelevante. Este año se deberían celebrar 30 años de una gesta colectiva. El extenuante camino de oposición al ex- terminio y el abuso que comenzó después del golpe de Estado y que trepó hasta vencer a la dictadura en las urnas. Eso indicaría la historia. El 5 de octubre Manifestación ciudadana a favor del NO, 1988. Crédito: Luis Navarro Vega, Memoria Chilena. P.60 P.P. / Nº11 2018 / Dossier

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