Mapuche Nütram

39 Desde su perspectiva, lomás importante era lograr transmitir a los niños la cultura mapuche, su cultura, tal como él la había experimentado durante toda la vida. Y eso implicaba, en primer lugar, hacerlos comprender qué es lo propiamente mapuche. “Cuando digo ser gente, che , estoy diciendo ‘soy gente y usted también’, y por eso tiene que haber un diálogo, porque la gente conversa y llega a un entendimiento. Ahora le llaman consenso, le llaman acuerdo. Pero ser mapuche es ser gente, che . Y el che , mientras esté vivo, nunca va a dejar de hacer cosas. Yo he tenido la fortuna de hacerle clases a personas de distintos países y en el sur aprendí de los antiguos que a nadie se le cierra la puerta, no importa de dónde venía, se les saludaba, se les daba la bienvenida y se les daba la mano. ¿Y por qué? Por el valor de ser che . Entonces para mí el ser mapuche es ser gente”. Ese respeto basal por el otro es lo que guía su forma de relacionarse con los niños dentro de la sala de clases. “Una de las estrategias que yo uso es que no les grito a los niños. Cuesta de un principio, sí, enseñarles las instrucciones en mapuzugun, pero les empecé a enseñar las instrucciones primero con señas, haciéndolas yo, y después ellos reproducían las mismas instrucciones. Y lo otro: yo también les hago sentir bien a los niños. Como son de afuera (hace “Me gustaría que nos den un título, no importa que tengamos que ir a la universidad, pero no una cantidad enorme de años, que nos convaliden los años de experiencia”, dice Luis Levio. Luis Levio

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