Integración de Chile al Mercosur: escenarios y perspectivas

En cuanto al Mercosur, sin lugar a dudas el área de mayor importancia en materia de comercio y que justifica plenamente nuestra asociación bilateral con el bloque, nuestros envíos hacia ese mercado alcanzaron en 1999 cifras cercanas a los US$ 1.520 millones, es decir, casi la mitad de lo exportado hacia los países con los que tenemos acuerdos comerciales. Se debe tomar en cuenta que el Mercosur constituye un mercado potencial de más 200 millones de habitantes, con un Producto Interno Bruto de US$ 1.100 billones. Estos parámetros, aunado con su proximidad, lo convierten en un destino-objetivo natural para exportadores chilenos. Si: bien las ventas disminuyeron en un 7% durante 1999, producto de la caída de la demanda de Brasil y especialmente Argentina, para el período enero-junio de 2000, el sector industrial rompe la dinámica negativa creciendo en conjunto un 2,3%, y hay sectores que presentan considerables aumentos respecto a igual período de 1999: Minería: Pesquero: Forestal: 67,8% 26,5% 15 % Es importante destacar que el sector industrial representa el 66% del total exportado a Mercosur. Los anteriores aumentos fueron posibles a pesar de las condiciones negativas que se presentaron durante 1999, tanto en relación a la crisis que afectó el comercio mundial como a la tendencia de algunos mercados de elevar barreras para proteger sus mercados. Los beneficios de poder ingresar productos sin trabas a este bloque son cuantiosos y las condiciones de este mercado dejan abierta la puerta para aprovechar las oportunidades que nos ofrece tanto en comercio de bienes como en servicios y en atracción de inversiones. Sin embargo, la futura adhesión al Mercosur requiere de un importante esfuerzo de análisis entre el sector público y el privado, con mirada de conjunto y de largo plazo, atendiendo a la multiplicidad de factores y al hecho que una incorporación de Chile al Mercosur implica una decisión política de integrarse, y no sólo de hacer comercio, con los cuatro países. Esto implica visiones compartidas, una coordinación de políticas económicas, integración de personas, integración cultural, desarrollo transfronterizo, proyectos conjuntos en energía, agricultura y muchos otros campos. En mi opinión, nuestro ingreso es sólo cuestión de tiempo, ya que es un paso necesario para el cual se encontrarán los mecanismos adecuados resguardando el interés común, sin hipotecar nuestra política comercial global, sino que potenciándola desde una posición regional más sólida. La posición negociadora de nuestro país para un ingreso al Mercosur tendrá que estar necesariamente centrada en asegurar la estabilidad, rnacroeconómica del grupo y en una armonización de políticas y de gestión comercial interna, con un mecanismo común, claro, transparente y estable de solución de conflictos, que garantice la vigencia de las reglas del juego y su aplicación tanto a nivel de Estados como de los particulares. Todo lo demás deriva de ello, ya que éstas son las condiciones básicas para que un grupo de naciones se integre efectivamente. 26

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=