Palabra Pública - N°13 2019 - Universidad de Chile

escena dotándola de visibilidad (el adentro que se deja encuadrar) como en invisibilizar el conjunto de normas y criterios que controlan la escena, per- maneciendo relegado en el afuera de sus bordes de representación. Podría decirse que la autora ocupa el feminismo para interrumpir, descolocar o fisurar los “marcos” de lenguaje y sentido que arman las visiones de mundo dominantes (patriarcales, colo- niales, imperialistas, fascistas), tornando explícitas sus máquinas de poder y sometimiento desde lo que ocultan como subtexto en su “fuera de marco”. Inmediatamente después de su visita a Chile, Ju- dith Butler participó del Coloquio Internacional La memoria en la encrucijada del presente. El problema de la justicia , que tuvo lugar en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, en Buenos Aires. Frente a un público multitudinario y junto con Eduardo Jozami, participaron de la mesa de cierre Butler y Estela de Carlotto, luego de que las Abuelas de la Plaza de Mayo anunciasen la identificación y rescate de la nieta n° 129 robada durante la dictadura. But- ler, claramente emocionada por la solemnidad de la circunstancia, puso en reserva el “marco” del femi- nismo (no habló sobre feminismo aunque sí habló feministamente en contra de la alianza criminal entre el patriarcado y el neoliberalismo) para que el “mar- co” de los derechos humanos pudiese encuadrar con absoluta gravedad sus reclamos de verdad, justicia y reparación en los tiempos indiferentes y crueles que afectan a Argentina y otros países, es decir, cuando hace falta levantar un resguardo ético frente a la bo- rradura del pasado y la conformación neoliberal de un tiempo sin historicidad ni moral. El abrazo entre Estela de Carlotto en representación del NUNCA MÁS y Judith Butler, que hizo valer su solidaridad norte-sur con el NI UNA MENOS (así lo evocó Luis Ignacio García, quien participó del coloquio desde Córdoba), fue el ejemplo más conmovedor de cómo el feminismo levanta “el desafío de nues- tro tiempo que consiste en que los distintos marcos de la izquierda se cuestionen y alteren entre sí”. Y, también, de cómo la intelectualidad crítica de Judith Butler —desde la filosofía política, la teoría feminis- ta, las humanidades, el activismo social— se emplea en desplazar, intercalar y rotar sucesivos “marcos de aparición” para que la relación ente el afecto y el juicio se haga visible —citando Marcos de guerra — como “una práctica de índole ética y política”. “La teoría es para Butler como un ejercicio situado de análisis y comprensión que lleva al pensamiento a dialogar con la acción para extraer de ella fuerza y energía, en medio de la conflictividad social”. 9

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