Palabra Pública - N°12 2018 - Universidad de Chile

edición de El ladrillo que financió el Centro de Es- tudios Públicos, él lo recuerda así: “El caos sembrado por el gobierno marxista de Allende, que solamente aceleró los cambios socia- lizantes graduales que se fueron introduciendo en Chile ininterrumpidamente desde mediados de la década de los 30, hizo fácil la tarea de convencer- los [a los militares] de que los modelos socialistas siempre conducirían al fracaso. El modelo de una economía social de mercado propuesto para reem- plazar lo existente tenía coherencia lógica y ofrecía una posibilidad de salir del subdesarrollo. Adop- tado el modelo y enfrentado a las dificultades in- evitables que surgen en toda organización social y económica [ sic ], no cabe duda que el mérito de haber mantenido el rumbo sin perder el objetivo verdadero y final corresponde enteramente al en- tonces Presidente de la República. Los frutos cosechados por el país, de los ideales libertarios que persiguió ‘El Ladrillo’, son, en gran medida, obra del régimen militar. En especial del ex Presidente de la República don Augusto Pino- chet y de los Miembros de la Honorable Junta de Gobierno. Nosotros fuimos sus colaboradores”. Ahora bien, Chile es el único país de la región en que el modelo neoliberal se ha podido implantar plenamente. En ningún otro país de Latinoamérica ha logrado entronizarse como aquí, no obstante los esfuerzos reiterados porque así ocurra. Para dar sólo cinco ejemplos tópicos: en México, desde el manda- to de Carlos Salinas de Gortari, entre 1988 y 1994; en Colombia, desde la presidencia de César Gaviria, entre 1990 y 1994; en el Perú, sobre todo durante el periodo que sigue al autogolpe de Alberto Fuji- mori, entre 1995 y 2000; en Bolivia, desde el fin del cuarto gobierno de Víctor Paz Estenssoro, en el ‘89, y especialmente en el primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, y hasta el segundo que culminó con su fuga a Estados Unidos en 2003; y en Argenti- na, en dictadura con José Alfredo Martínez de Hoz, luego en democracia con Carlos Menen, entre 1989 y 1999 (ésa una intentona horrenda, que no sólo no prosperó sino que hundió al país en el peor de los marasmos. En la Argentina, un país productor de alimentos como no hay muchos en el mundo, ¡se registraron en esos años episodios de desnutrición!), y desde 2015 con Mauricio Macri, que lo está ha- ciendo tan bien (o tan mal) como Martínez de Hoz y Menem. En todos estos casos, el proyecto y su fun- damentación fueron los mismos: se estaba haciendo en el país lo que había que hacer . Era la “ciencia eco- nómica” la que así lo indicaba. Pero a comienzos del nuevo milenio a los neolibe- rales le salió al paso el “socialismo del siglo XXI”: Chávez en Venezuela, Correa en Ecuador, Evo Mo- rales en Bolivia, Lula da Silva en el Brasil, los Kirch- ner en la Argentina. Atacados ferozmente por todos los flancos y de todas las maneras imaginables, hoy “Chile es el único país de la región en que el modelo neoliberal se ha podido implantar plenamente. En ningún otro país de Latinoamérica ha logrado entronizarse como aquí, no obstante los esfuerzos reiterados porque así ocurra”. P.50 P.P. / Nº12 2018 / Dossier

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