Palabra Pública - N°12 2018 - Universidad de Chile

contrario a toda defensa de los derechos humanos, en las urnas muchos y muchas creyeron que la “ideología de género” era parte del declive de Occidente, cuando es todo lo contrario si se piensa la historia de las de- mocracias, frágiles, recientes. Hoy, más que nunca, se hace urgente “contener y defender el constitucionalis- mo frente a estos procesos de de-democratización” y no sólo en Brasil, donde se han dado las condiciones para “vivir la tragedia perfecta”. - En el contexto internacional, con el auge del neo- fascismo en Europa, Estados Unidos, en América Latina, la figura de Bolsonaro no deja de inquietar porque llega en muy poco tiempo a la instituciona- lidad presidencial, anclada en el poder económico, militar, religioso. Pienso que es muy importante indicar lo que está pasando en Brasil, lo que yo estoy llamando la catás- trofe perfecta. Yo estoy calificando este proceso como de de-democratización. Estamos buscando la nomen- clatura adecuada. Pero pienso que es importante pri- mero tener claridad sobre que Brasil tiene elementos, factores, fuerzas que son contextuales y que no se pueden apartar. - ¿Cuáles destacarías ahí? ¿El racismo? Sí, pero es un fenómeno trasnacional y no se debe pasar de largo, no es de corto plazo. No empezó con Trump en 2016 o con Honduras y Paraguay. Es un fenómeno más largo y entonces hay que tener eso en cuenta. Creo que esta fase comienza el 11 de septiem- bre de 2001, con la guerra del terror. Eso es un mar- co fundamental y mientras más lo pienso, más estoy convencida de que es así. Hoy día en la mañana fui al Museo de la Memoria y me emocionó mucho porque es la historia de mi generación, porque estuve en Chile en el ‘70 y también porque en el museo es muy fácil ver y percibir cómo las democracias son muy frágiles, ¿no? y acá hay un ciclo todavía mas largo en que ubicar el fe- nómeno que estamos viendo, un ciclo muy, muy largo. - Tiene que ver con las modernidades y la reciente construcción de las democracias modernas, ataca- das durante todo el siglo XX. ¿Hay algo de eso? La proposición de democracia es algo que tiene dos siglos o poco menos, con la revolución norteamerica- na, francesa. Tenemos un imaginario que habla de que la democracia es una cosa muy vieja y consolidada y no lo es. Si uno mira esos 200 años, los periodos de de- mocracia son cortos con excepción de Estados Unidos, que un poco funciona como el paradigma, la referen- cia. Porque Europa no te sirve de ejemplo: ha tenido un montón de reparaciones dictatoriales desde que se instala la idea de democracia en el siglo XVIII. Cuando uno mira las historias reales se ve que hace muy poco tiempo en el mundo, desde que se han establecido los Estados, el único modelo de gestión política, de mane- jo político en las sociedades, es el Estado nacional; no hay otra forma y eso es muy contemporáneo porque hasta la última ola de descolonización -en los ‘40 y ‘50- no era así porque nos dominaban los imperios, al me- nos en sus formas de posesiones coloniales. Entonces, la misma idea de Estado-nación como modelo de todo el mundo es muy reciente, tiene más o menos mi edad, si tomo India de modelo de referencia, desde el año ‘47, ‘46, es mi vida. Es muy corto, ¿no? - Y es reciente el constitucionalismo democrático. Así es. Son estructuras en construcción y con es- tructuras políticas más superficiales que se centran so- bre estructuras culturales, con sesgos coloniales muy profundos marcados con racismo. Yo no uso tanto el término patriarcado, pero se convirtió en la expli- cación. Estamos hablando, en definitiva, de culturas muy androcéntricas. - Y el actual ciclo de giro hacia la ultraderecha, ¿dónde lo sitúas, considerando que el capitalismo y, más aún, el neoliberalismo extendido, va contra los principios básicos de la democracia y su sentido de comunidad, de solidaridad, de fuerza emancipado- ra y transformadora? Si una mira en el ciclo largo, hay que fijarse en los últimos cinco años. Empieza con Hungría, después vamos a tener la proyección con Trump, el Brexit, el golpe a Dilma. Todo se devuelve a los años ‘30 en Europa, que es momento de caída de una democracia que era muy reciente, porque antes de esa democracia de los años ‘30 había imperios. Yo fui hoy al Museo de la Memoria y me decía a mí misma que esa trage- dia es parte de mi historia y no sólo eso. Después de estar en Chile en 1973, yo estuve en Europa y había tres dictaduras: Grecia, Portugal y España. Entonces yo creo que ubicar eso en ese ciclo largo es muy nece- sario, ¿no? Tuvimos ese ciclo de democratización, que empieza con el fin del apartheid en Sudáfrica, con el P.43 Dossier / Nº12 2018 / P.P.

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