Palabra Pública - N°12 2018 - Universidad de Chile

ción y estudios quieran “participar profesionalmente desde lo civil y lo público aportando al país”. Si bien el espectro de evangélicos fluctúa en un arco políti- co más amplio, desde el eje PS-DC hacia la centro derecha identificada con la UDI, RN y Evópoli, hasta sectores más extremos en lo conservador como los adherentes de José Antonio Kast, parece ser que la inflexión de vertientes pasa por la visibilización en el espacio público. “Por eso cuan- do tocan el tema del aborto estamos todos marchando. El tema valórico es un factor aglutinador que no necesaria- mente tiene que ver con identificaciones partidarias o ideo- lógicas. Es un factor que me parece necesario complejizar en términos de análisis”, agrega Panotto. Es precisamente esta percepción la que ha generado ilusio- nes respecto a si el voto evangélico es realmente endosable o no. Una lectura que para muchos pastores tiene que ver con una falta de conocimiento respecto al mundo evangé- lico. “Creo que sí existe una influencia de líderes, especial- mente en temas donde se ilustra bíblicamente, y estamos la mayoría de acuerdo, pero sin violentar la libertad de pen- samiento y de conciencia, ya que también hay sectores de la iglesia que piensas que no hay que influir, “ni meterse en política”, asegura el obispo Emiliano Soto. Y al igual que en el mundo seglar, las aprehensiones res- pecto al candidato menos malo también operan como un criterio electoral. “A todos nos pasa, por eso no creo que exista un voto cautivo. La iglesia evangélica por años no se inmiscuyó en temas políticos, por un desconoci- miento o escapismo religioso. Pero este despertar a la rea- lidad nos obliga a ser más responsables y saber por quién votar. Por eso en esta última elección tuvimos que girar a la centro derecha”, asegura Benjamín Lorca, Director Ejecutivo de Reforma Chile. La ecuación no ha sido fácil y ha generado suspi- cacias en amplios secto- res. Es por esto que en el año 2012 nace, al alero de la Universidad SEK, la Escuela de Formación Política Evangélica – pos- teriormente llamada Mar- tin Luther King - como una respuesta a la eventual capitalización del voto evangélico en las elecciones munici- pales de ese año. Sus fundadores, Israel Vilches y Edgardo Pizarro, se percataron que cuando se le preguntaba a un evangélico por política nadie argumentaba con teología política o doctrina social de la iglesia evangélica. “Ahí de- cidimos realizar un trabajo de reflexión doctrinario, políti- co y teórico, para entregar herramientas a quienes quieran participar en partidos y no transformar a la iglesia en un botín político”, asegura Vilches. La instrucción de jóvenes generó un capital político im- portante, no sólo a partir de la irrupción que generaron en la órbita pública, sino también en la crítica que establecie- ron en sus mismas iglesias. La nueva generación de jóve- nes, mucho más ilustrados que sus padres o abuelos, puso en tensión el liderazgo carismático de los pastores, basado en una mirada autoritaria y paternal, a partir de los cono- cimientos adquiridos en estas nuevas escuelas formativas. Reforma Chile es otra organización que se ha posicionado fuertemente en el ámbito educacional. De perfil socialcris- tiano, actualmente imparte un diplomado en “Gobierno, asuntos públicos y fe” y ha fomentado experiencias com- paradas sobre participación de cristianos en política. En 2016, por ejemplo, invitaron a los diputados Gastón Bru- no de Argentina y Álvaro Dastugue de Uruguay. Este año se constituyó una mesa regional con la participación de 10 representantes legislativos del continente y se estableció una red iberoamericana de políticos cristianos. La generación actual de evangélicos, precisa Lorca, “tie- ne otras preguntas y por lo tanto busca otras respuestas, saliéndose un poco del ámbito religioso de enclaustra- miento”. Sus intereses son variados, admite. Hay quie- nes pretenden participar en el servicio público y otros en próximas candidaturas electorales. Varios trabajan en asesorías parlamentarias y otros en investigaciones ligadas a ámbitos como la migración, la educa- ción y el medioambiente. “No queremos imponer una visión de mundo, no tenemos ningún plan maquiavélico, estamos llamados como cristianos a servir a la sociedad”, concluye Lorca. Las nuevas generaciones se han empoderado, ya no se recluyen en el ámbito de la comunidad, sino que están dispuestas a instalar sus demandas en el espacio público”, explica Luis Bahamondes. P.24 P.P. / Nº12 2018

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