Integración de Chile al Mercosur: escenarios y perspectivas

Es así como se inició un largo y complejo proceso de negociación, que culminó el 25 de junio de 1996, con la firma del Acuerdo de Asociación de Chile al Mercosur, el que permitiría construir en un plazo no mayor de 10 años una zona de libre comercio en materia de bienes para aproximadamente el 90% del comercio recíproco. El proceso de negociación de la asociación con Mercosur se constituyó en un tema de primera importancia para el sector privado exportador. En primer término, por sus dimensiones: un mercado de 200 millones de habitantes con un producto interno superior a los 800 millones de dólares, niveles que son entre 14 y 12 veces superiores a los nuestros, respectivamente. Además, cabe considerar que el intercambio entre los países miembros supera ya los 15 mil millones de dólares, I<? que equivale a poco menos del 50% de todo el comercio exterior del país. En segundo lugar, por el deseo de conservar las preferencias arancelarias existentes y que le habían permitido al país incrementar su comercio significativamente. Cabe destacar que el 77% de las exportaciones de Chile a la región, cerca de 1.400 rl}illones de dólares, posee preferencias arancelarias. El intercambio comercial entre Chile y Mercosur se incrementó desde los 1.775,9 a los 4.451,8 millones de dólares durante el período 1990-1995, lo que representó un crecimiento del 150%. En el contexto del comercio exterior global, el intercambio con Mercosur representaba alrededor del 15%, constituyéndose en el tercer bloque comercial en importancia después de la UE y NAFTA. En términos concretos el Acuerdo permitió, desde su entrada en vigor el 1 de octubre de 1996, que un 76% de las importaciones de Chile desde el Mercosur tuvieran a lo menos un 30% de preferencia y un 87% de las exportaciones al Mercosur ingresarán a lo menos con un 30% de preferencia. ~n ocho años el 67% de las exportaciones chilenas y un 62% de sus importaciones estarán desgravadas. En diez años, un 78% de las importaciones y 89% de las exportaciones chilenas al Mercosur estarán totalmente desgravadas materializándose una zona de libre comercio plena. Ese mismo año iniciarán su desgravación los pocos productos acogidos a régimen de excepción, los que consultan calendarios de desgravación con una duración de 15 años y que se refieren básicamente a trigo, harina de trigo y azúcar. Otro aspecto destacable y positivo es que, en el caso de Argentina, se hayan "arancelizado" los derechos específicos, con un tope máximo para Chile de 25% (35% para el resto del mundo) y se elimine a partir de la entrada en vigor la tasa estadística y otras medidas para-arancelarias (Puerto de Santos, Impuesto de Marina Mercante, entre otros). En el caso de las preferencias otorgadas mediante los diferentes Acuerdos que Chile mantiene bilateralmente con cada uno de los países miembros de Mercosur, éstas fueron multilateralizadas en aquellos casos que se encontraran en la lista general de desgravación, que fueran mayor a 40% y tuvieran un comercio real con la misma. Esto quiere decir, que si un producto determinado se encuentra en desgravación general, tiene un comercio real con Mercosur y se encuentra beneficiado con una preferencia 32

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