1.
Nomófilo u hoja típica, que cumple las tres funciones básicas
señaladas anteriormente.
2.
Cotiledones u hojas embrionarias, que en el primer tiempo de su vida
alimentan a plántula.
3.
Catáfilos u hojas reservantes.
4.
Antófilos u hojas florales, que constituyen los verticilos florales.
5.
Brácteas o hipsófilos, que protegen flores, semillas, etc.
6.
Lígula, apéndice foliar membranoso a modo de velo, ubicado entre lo
vaina y la lamina de un nomófilo.
7.
Ocreas, son hojitas axilares membranosas concresentes en una pieza
que rodea y envuelven al tallo a modo de escama o vaina.
8.
Estípulas, son apéndices foliares laminares (hojitas) que se forman en
la base de un nomófilo.
9.
Zarcillo, órgano filamentoso, que utiliza la planta para trepar.
10.
Ascidia, hoja modificada, en forma de utrículo la que sirve en algunos
casos para la captación de alimento particulado.
11.
Espina, hoja modificada, leñosa y puntiaguda que al ser desprendida
desgarra tejidos vecinos. Cumple dos funciones, una de defensa y otra
como disminución de la superficie foliar y por ende la transpiración.
12.
Aguijón, también leñoso y puntiaguda, pero al ser desprendida no
desgarra tejidos vecinos. Cumple las mismas funciones señaladas para la
espina.
Estructura de la hoja típica:
En las hojas verdaderas o nomófila es posible reconocer
morfológicamente, las siguientes estructuras:
a)
VAINA, que es la porción más o menos ensanchado del pecíolo, la
que abraza parcial o totalmente la rama en que se inserta, protege a lo
yema axilar de la hoja correspondiente.
b)
PECIOLO, elemento que une la lamina de la hoja con la vaina, y por lo
tanto, al tallo o eje del vástago, por lo general es de sección transversal
circular. El pecíolo sirve como medio de transporte de agua y metabolitos
secundarios y en algunas especies presentan movimientos de
fototropismo con los cuales la lamina se mantiene perpendicular a los
rayos el Sol, durante la mayor parte del día. Cuando una hoja no
presenta pecíolo, recibe el nombre de hoja sésil.
c)
LAMINA o Limbo Foliar, que es la porción generalmente ensanchada y
plana de la hoja, de forma dorsiventral, es la parte más importante de la
hoja, pues en ella se realiza la mayor parte de la fotosíntesis. En la
lamina, se puede distinguir una base, un ápice, los bordes y la nervadura,
que consiste en vasos conductores que recorren la lámina según un
patrón determinado.
La combinación de diferentes tipos de láminas foliares y los distintos tipos
de nervaduras, determinan varias formas en las hojas, las que pueden ser
ordenadas de acuerdo a algún criterio morfológico, de gran utilidad
taxonómica.
La vaina a menudo lleva estipulas. Estas casi siempre son del mismo
color y consistencia que la hoja y están situadas a los lados del pecíolo; a
veces parecen nacer en el ángulo del pecíolo con el tallo. Son apéndices
de la base foliar, se presentan exclusivamente en las Dicotilédoneas,
presentando distintos tamaños y formas; escamas, pequeñas hojas,
espinas, etc.
En las hojas sésiles, principalmente en las Poaceae, la vaina lleva con
frecuencia en el punto donde comienza el limbo, una membrana llamada
lígula, este se convierte en un carácter taxonómico de importancia el
permitir diferenciar las gramíneas en el estado vegetativo cuando no
presentan inflorescencia. En casos aislados las hojas normales pueden
transformarse en órganos especiales. Así, por ejemplo en algunas
leguminosas y en la vida
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