Arte en la Chile - N°14 - page 5

Arte en la Chile
Revista de la Facultad de Artes
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REPORTAJE
Si bien el documento desarrollado no tuvo carácter reso-
lutivo, sirvió de base para que luego, con ciertos ajustes, el
Consejo de Estado y la Junta de Gobierno formularan lo que
conocemos hasta hoy como Constitución Política de 1980.
La Comisión Ortúzar tuvo como principal objetivo resguardar el
régimen dictatorial de cualquier ideología que atentara contra
el Estado. Para lograrlo, declararon inconstitucional todo acto
u organización que propugnara una concepción contraria a la
familia o fundada en la lucha de clases. Además, establecía
un modelo presidencialista, un Consejo de Seguridad Nacional
compuesto mayormente por militares, un sistema electoral bi-
nominal, gobiernos locales presididos por alcaldes, entre otras
materias que continúan rigiendo.
Pero, por sobre todo, se destacan las drásticas restricciones a
la posibilidad de reformar la Constitución, como medida “para
conservar el sistema instaurado” señala el profesor Grez, quien
agrega que el anteproyecto fue “elaborado durante la fase más
dura de la dictadura, con un marco general que no cumplía
siquiera en apariencia con las normas más básicas de un refe-
réndum democrático”.
Esta situación no es nueva en la historia del país, asegura el
docente en su texto La ausencia de un poder constituyente
democrático en la historia de Chile, donde indica que “una bre-
ve revisión de la gestación de las cartas constitucionales en el
Chile republicano basta para ratificar la hipótesis de la ausencia
de procesos constituyentes de carácter democrático”.
Por lo mismo, insiste que luego de 35 años de “una Carta Magna
elaborada en un período de terrorismo de Estado, por una comi-
sión integrada sólo por personas proclives a la dictadura (sin ne-
gar por ello algunas divergencias que se produjeron en su seno) y
aprobada en un plebiscito fraudulento, es necesario romper con
la tendencia de las elites chilenas a apropiarse del poder consti-
tuyente para elaborar por primera vez una Constitución con pro-
tagonismo ciudadano mediante una Asamblea Constituyente”.
Lectura desde el arte
En ese contexto trabaja el Núcleo Arte, Política y Comunidad
que integran, además de Ana Harcha y Sergio Grez, los aca-
démicos Mauricio Barría, Francisco Sanfuentes, Carolina La-
rraín y Rodrigo Torres, los egresados Gonzalo Dalgalarrando,
Constanza Blanco, Benjamín Bravo, Tomás Henríquez, Andrés
Maturana, Leonardo Durán, Daniela Jofré, Josefina Cifuentes y
Carola Sandoval, e invitados como Patricia Artés, Nicole Cami-
lli, Oriela Areyuna y Daniel Marabolí. Además, en el proceso han
participado también Ignacio Agüero, Antonio Kadima, Pamela
Figueroa y Cristián Muñoz, quienes se han interesado en el pro-
blema que el Núcleo está abordando.
Con fondos de la Iniciativa Bicentenario de la Universidad de
Chile, el proyecto propone un trabajo interdisciplinar a partir de
la historia, las artes visuales, el teatro, el cine y la música, para
problematizar el contenido de esas actas y su impacto en la
conformación republicana de Chile.
Revisando esos documentos han podido conocer cómo se
gestó la Constitución y ser testigos de la escasa cabida del
mundo exterior en esas reuniones. “Hablan de Derechos Hu-
manos y ni siquiera mencionan que se estaba deteniendo y
torturando. Es como si se refirieran a un Chile ideal enmarcado
en un espacio fundacional y abstracto”, dice Ana Harcha sobre
los documentos que define como “origen y presente, porque el
orden económico, jurídico y legal que allí se debatió, transformó
la estructura del país”.
Cómo se entiende hoy el derecho a la salud o a la educación,
por ejemplo, responde a esta lógica instaurada por la dictadu-
ra. Son estos los “asuntos concretos de los que queremos ha-
blar, porque nos aproblema e involucra el estado actual de las
cosas”, dice la académica. Y es que aún cuando no cree que
una nueva Constitución mejore radicalmente el escenario, sí le
parece necesario “preguntarse por la construcción de lo real y
por lo que el arte puede hacer en relación a ello”.
Artista comprometido con su
contexto
La reflexión en torno al vínculo entre arte, política y comuni-
dad ha sido central en este proyecto. “Para nosotros son pre-
guntas fundamentales, pues venimos de distintas disciplinas,
experiencias y formas de entender esas relaciones”, dice Ana
Harcha. Y agrega que más allá de los intereses estéticos de
cada integrante del Núcleo, comparten el estar “continuamente
preguntándose por lo que el arte hace en el espacio de la vida
real”.
Esa preocupación era habitual en los artistas en las décadas
del 60, 70 e incluso 80, sujetos implicados con su contexto y
Coloquio “El arte como proceso constituyente”. Fotografía Gonzalo Dalgalarrando
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