Arte en la Chile - N°7 - page 7

Arte en la Chile
Revista de la Facultad de Artes
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A
todos nos gustaría pensar que tenemos cierto gra-
do de individualidad y decisión en lo que nos inte-
resamos y consumimos, pero una visión más ob-
jetiva puede mostrarnos que nuestro background viene
condicionado por los primeros roces perceptivos con la
sociedad, lo que define intereses y gustos arraigados al
entorno geográfico, familiar, cultural y mediático. En estos
tiempos de exponencial desarrollo tecnológico y comunica-
cional, difícil es saber cuán positivo puede llegar a ser el
fácil acceso y bombardeo de información en la sociedad.
Por estos días en nuestro país se está tramitando una ley que
busca imponer un 20 % de música chilena en las radios, en-
tendiendo que éstas funcionan en frecuencias públicas. Sin
sonar peyorativo, pienso que todos tenemos consciencia de
que la música que suena en las radios, no lo hace necesaria-
mente por su calidad o por lo genuina que sea como expre-
sión artística, sino más bien por una suma de razones aso-
ciadas a aspectos utilitaristas y comerciales, lo que no quita
que pueda haber obras de calidad en las parrillas programá-
ticas. La discusión de la iniciativa plantea preguntas como,
¿cuál de los actores (Estado o radios), podría definir la mú-
sica en cuestión?, ¿se programaría música de identidad chi-
lena?. Hasta donde entiendo, las radios podrían decidir qué
tocar, dado que la imposición se refiere al término genérico.
Por otraparte, ycosaqueme atañe como
compositor de música escrita docta, no
tengo ni la pretensión, ni he imaginado
que con esta ley, se tocaría alguna de
mis obras en una radio de alta sintonía,
o una tonada de Pedro Humberto Allen-
de, y no creo que algún colega lo haya
pensado tampoco, pero por qué uno ten-
dría que asumir algo así entre líneas,
siendo que la ley debería amparar la
Música Chilena en su total amplitud.
Juan Manuel Quinteros
Compositor
Universidad de Chile
OPINIÓN
Interrogantes por la cuota de
música chilena en las radios
Frente a esto, existe una posición bastante lógica respec-
to a la relación artista, medio, receptor. Esta es, que nadie
debiera estar obligado a escuchar algo que no es de su
agrado. Pero también hay que aceptar que el idílico precep-
to de tomar sólo lo que me interesa, hoy dejaría el trabajo
de muchos buenos artistas fuera del alcance del receptor,
debido a que gran parte de la música que se escucha, es
producto de lo invasivo de los medios de comunicación.
Creo que la intención de la ley es, de un modo inocente, una
buena iniciativa, pero no está apuntando a lo que necesita
realmente el medio musical chileno y puede terminar favore-
ciendo a músicos ya con tribuna. Por otro lado, debiéramos
considerar que en tiempos que se habla mucho de políticas
culturales, éstas debieran preocuparse en primera instancia
que dichas medidas sirvan para crear espacios, fomentar y
difundir músicas que tienen menos cabida en el plano comer-
cial. Lo preocupante de que se lleve a cabo esta ley, es que
podría poner fin por muchos años a una discusión respecto
a las iniciativas del Estado respecto a la música chilena y su
difusión, quedando la sensación subjetiva de que ya se hizo
algo importante por ella en nuestro país.
Fotografía: gentileza Juan Manuel Quinteros
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