Arte en la Chile - N°2 - page 4

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Arte en la Chile
Revista de la Facultad de Artes
REPORTAJE
Chile ignora a Chile
A sólo un mes de una nueva elección presidencial nos volvemos a hacer la pregunta
sobre qué se ha hecho y qué se hará en el ámbito cultural. Las respuestas de un grupo
de académicos de la Facultad de Artes coinciden y dan cuenta de varios problemas
que no han sido resueltos por ninguno de los pasados gobiernos. Afirman que se ha
avanzado, pero aún falta mucho para lograr desarrollar una política cultural a largo plazo,
en atención a la diversidad de manifestaciones que nos son propias.
Por Marilyn Lizama y Macarena Montes
M
ientras el filósofo español José Damián Ruiz Pas-
tor escribía que “la cultura, el verdadero motor de
la historia”, Ricardo Lagos terminaba su gobier-
no impulsando una serie de reformas que crearían una ins-
titucionalidad chilena sobre el tema, entre ellas, el Conse-
jo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA). Los siguientes
gobiernos han continuado la labor y lentamente se ha crea-
do un modelo chileno. Bien o mal, la tarea se está haciendo.
Para comenzar, es pertinente considerar que Chile se demoró
trece años en crear el CNCA, un dato claro para ejemplificar la
lenta gestión política para robustecer las artes en Chile. Pero el
problema no sólo radica allí, sino que involucra la definición con-
ceptual en la que se fundamentan todas las acciones en el área.
Gabriel Matthey, coordinador General del Magíster en Gestión
Cultural de la Facultad de Artes de la U. de Chile, conside-
ra que si no hemos avanzado más en políticas culturales se
debe a que existe un error en lo que se entiende por cultura
en Chile. “En nuestro país se considera a la cultura como si-
nónimo de las artes, sin asumir que en realidad se trata de
un concepto bastante más amplio. La cultura da cuenta del
modo de estar, hacer, tener y ser de cada pueblo; da cuenta
del modo de convivir y relacionarse con el medio ambiente;
conlleva el sistema simbólico y razón de existir de cada co-
munidad. Mientras esto no se entienda ni asuma, será muy
difícil que las políticas culturales chilenas calen profundo en
nuestra sociedad. Ellas seguirán siendo parciales y superfi-
ciales, y poco podrán ayudar a nuestro verdadero desarrollo”.
Bárbara Negrón, Directora General del Observatorio de Políticas
Culturales (OPC) y profesora en distintos programas académicos
de postgrados, entre ellos el Magíster en Gestión Cultural que
se imparte en la Facultad de Artes, afirma que en el país predo-
mina la idea de que la cultura es tema de los artistas, lo que es
un grave error. Para muchos también remite únicamente a entre-
tención, pero claramente el concepto es mucho más complejo.
Matthey va más allá y expone que “en gran medida seguimos
actuando como una colonia, al servicio de un eurocentrismo
y/o estadosunidocentrismo que nos mantiene descentrados
y dependientes de otras culturas, en desmedro de la pro-
pia”. Así Chile ignora a Chile y todo lo que pudiera diferen-
ciarnos y llevarnos al postcolonialismo, como él lo menciona.
Luego de 23 años de concluida la dictadura militar en Chile, la
cultura no ha vuelto a revivir como lo hiciera en tiempos de la
Unidad Popular. Los fines han cambiado, claro. En palabras del
prof. Matthey, ya no existe “un proyecto mayor, de sociedad y
una razón de existir de lo que queremos para Chile”. Aunque
es importante destacar que se han escrito tres documentos re-
Un lento avance
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